LOS VEHÍCULOS MARÍTIMOS
AUTÓNOMOS NO TIENEN TANTOS REFLECTORES ENCIMA COMO LOS COCHES, PERO ESTÁN LLEGANDO CADA VEZ MÁS AL AGUA
de la PC si el único que pudiera escribir software en una computadora personal de IBM fuera IBM”, dijo.
En 2006, Benjamin lanzó su proyecto de software de código abierto. Con éste, una computadora es capaz de hacerse cargo del sistema de navegación y control de un barco. El proyecto es financiado por la Oficina de Investigación Naval y el Instituto de Memoria Naval de Estados Unidos, una organización sin fines de lucro. Benjamin dijo que hay docenas de tipos de vehículos que utilizan el software, llamado MOOS-IVP.
Las startups que los emplean señalan que ha creado una especie de vocabulario común. “Si tuviéramos un sistema patentado, habríamos tenido que desarrollar capacitación y entrenar a los nuevos empleados”, dijo Ibn Seddik. “Afortunadamente, Mike desarrolló un curso que sirve exactamente para ese propósito.”
Enseñar a un barco a conducir es más fácil que acondicionar un coche; no tiene que lidiar con tráfico, semáforos o glorietas, pero el agua es un desafío único. En este momento, los robots submarinos representan una parte más grande del mercado que los barcos. Se espera que las ventas alcancen los 4.6 mil millones en 2020, más del doble que en 2015, según ABI Research.
Varias startups esperan cambiar eso. Michael Johnson, director ejecutivo de Sea Machines, dijo que el potencial a largo plazo es que equipos de barcos autónomos trabajen en conjunto. En muchos puertos, los remolcadores múltiples traen los buques grandes comunicándose con radio. Eso podría ser reemplazado por un software que controle todas las embarcaciones como un solo sistema, dijo Johnson.
El primer cliente de Sea Machines es Marine Spill Response, un grupo sin fines de lucro financiado por compañías petroleras. La organización opera 14 equipos de respuesta a derrames de petróleo que consisten en dos barcos que trabajan juntos para arrastrar un dispositivo que recolecta el hidrocarburo. Los botes de autoconducción podrían ayudar pues las aguas agitadas representan un peligro, pero la teoría necesita una investigación adecuada, dijo Judith Roos, vicepresidenta de MSRC. “Es demasiado pronto para decir: ‘vamos a comprar 20 aparatos’”.
Otra empresa local, Autonomous Marine Systems, ha enviado embarcaciones a 15 kilómetros de la costa y las deja ahí por semanas. Los vehículos están diseñados para operar durante largos tramos, recolectando datos en parques eólicos y campos de petróleo. La compañía también utiliza la plataforma de software de Benjamin.
Cuando capitanes de otros barcos veían las naves de Autonomous Marine, a menudo notificaban a la Guardia Costera, pensando que alguien se había caído. Ahora, su vela de fibra de vidrio dice “vehículo no tripulado” e incluye un número de teléfono. Desde que hizo ese cambio, Paintal ha recibido dos llamadas: uno era del Departamento de Bomberos de Boston y el otro era un navegante de placer. En ambos casos, su pregunta era la misma: ¿Qué es eso?
El Steadfast también genera la curiosidad. A veces las personas lo confunden con un barco de la Guardia Costera y ocultan sus cervezas. Otras veces se dan cuenta de la leyenda “vehículo no tripulado” mantienen sus cervezas y se acercan. Por lo general están decepcionados al encontrar a los humanos a bordo. “Ellos señalan: ‘dice que no hay tripulación, pero aquí están’”, dijo Ibn Seddik. “Y contestamos ‘Sí, estamos probándolo’”.