MICROBIOLOGÍA EN 3D.
Los procesos infecciosos, los ciclos de sueño y otros desarrollos biológicos hoy se entienden mejor porque las moléculas que intervienen en ellos también se pueden observar mejor. Esto se debe, en buena parte, al trabajo de los tres científicos que se llevaron ayer el Nobel de Química, los biofísicos Jacques Dubochet (Suiza, 1942), Joachim Frank (Alemania, 1940) y Richard Henderson (Reino Unido, 1950). Ellos han afinado la calidad de observación del microcosmos de la vida a través de tecnologías a que permiten crear imágenes en tercera dimensión.
En términos menos coloquiales, la Real Academia Sueca de Ciencias los reconoce por el desarrollo de la criomicroscopía electrónica para la determinación a alta resolución de la estructura de biomoléculas en una solución.
Esta tecnología permite congelar las biomoléculas en movimiento para, literalmente, sacarles una fotografía. Un close up de resolución atómica.
Así se han podido ver con mayor detalle –informa la Academia- procesos como la fotosíntesis, el funcionamiento de los biorritmos y ciclos vitales como el del sueño –investigaciones que, precisamente este año recibieron el Nobel de Medicina- o las proteínas que provocan resistencia a la quimioterapia o a los antibióticos. Estas nuevas posibilidades de observación que han tenido importantes aplicaciones, como la búsqueda de fármacos efectivos contra el Zika en bebés. Redacción