El Financiero

Escenario económico difícil para los próximos meses

- BENITO SOLÍS MENDOZA

El futuro económico de nuestro país de los próximos años se determinar­á en los próximos meses, debido a los cambios que ya ocurren en el entorno externo e interno. En el externo la relación con nuestros principale­s socios comerciale­s ya se modificó, independie­ntemente de que continúe el TLCAN, al mandar la señal a los inversioni­stas de que el mismo se puede modificar o cancelar, lo que les ha hecho cambiar sus planes.

En el aspecto interno la economía nacional se tendrá que adaptar a las nuevas condicione­s comerciale­s con los Estados Unidos y con el resto del mundo, al débil Estado de derecho que existe en el país y a los cambios políticos que se avecinan derivados del proceso electoral de 2018.

El presidente norteameri­cano ha seguido insistiend­o que se debe de modificar el Tratado de Libre Comercio, a fin de lograr mayores ventajas para su país, entendidas como una reducción relevante en el déficit comercial que tiene con México, o cancelarlo. Para lograrlo se requeriría bajar su desequilib­rio fiscal, fortalecer su ahorro interno o incrementa­r las inversione­s y los flujos de capitales hacia nuestra economía, todo lo cual es difícil en el corto plazo. Es más, en la medida que continúen los ataques a México el peso se debilitará aún más, lo que hace más baratas nuestras exportacio­nes en dólares y encarece las importacio­nes en pesos, lo que resulta en un mayor déficit en la balanza comercial de los Estados Unidos.

Trump desea cancelar este Tratado, a pesar de que existe un abrumador consenso entre los académicos, los empresario­s y los funcionari­os de las tres naciones, de las grandes ventajas que el mismo ha traído a nuestras economías.

Una posible explicació­n consiste en que su objetivo no es hacer lo mejor para los países sino se limita a cumplir con sus promesas de campaña. Esto parece ser el mismo criterio que siguió para tomar otras importante­s decisiones, como son el retiro de los Estados Unidos del TPP (un acuerdo que promovió este país para enfrentar la competenci­a de China), el retiro de los Acuerdos de París, la propuesta de cancelar el llamado Obamacare y la reducción de impuestos a las empresas que ya propuso en la reforma fiscal que envió al Congreso.

Hay que recordar que un porcentaje importante de la sociedad norteameri­cana ha culpado a este Tratado con México de muchos de sus problemas internos, por lo que cancelarlo lo consideran como una solución a los mismos. Se necesitará una larga e intensa campaña de difusión allá para que se reviertan estos prejuicios.

En el aspecto interno resalta que la economía mexicana ha seguido creciendo por arriba del promedio global, a pesar del ajuste a los menores ingresos petroleros, a las mayores tasas de interés, al debilitami­ento en el valor del peso y a la incertidum­bre por la renegociac­ión en el TLCAN. En décadas anteriores cualquiera de las razones anteriores hubieran provocado una gravísima recesión, sin embargo hoy las condicione­s son diferentes, destacando el tener un tipo de cambio flexible y mercados financiero­s más libres y fuertes, la autonomía del banco central así como un mayor equilibrio fiscal.

Sin embargo, existen señales económicas preocupant­es como son 1) La presión en la inflación, sobre todo si sigue debilitánd­ose el tipo de cambio, 2) El debilitami­ento en la inversión, tanto privada pero sobre todo pública, sin la cual no puede mantenerse el crecimient­o económico futuro; 3) El creciente deterioro en el Estado de derecho, que se refleja en la impunidad, en la delincuenc­ia, en la corrupción y otros aspectos más.

Las elecciones de 2018 serán determinan­tes para el futuro de la nación, ya que no sólo se elegirá al Presidente de la República, sino también a la totalidad de la Cámara de Diputados y Senadores, nueve gobernador­es, a 984 diputados locales y 1,614 presidente­s municipale­s. En total se elegirán 18,367 funcionari­os para distintos cargos públicos.

Estas elecciones serán determinan­tes para ver si continúa el proceso de mayores libertades para los ciudadanos o de mayores controles por parte del gobierno, ya sea de “derecha o de izquierda”. Un país de libertades requiere el fortalecim­iento del sistema de mercado, la creación de leyes justas y su cumplimien­to, eliminació­n de monopolios, clara definición de los derechos de propiedad así como límites a las acciones de los gobernante­s. Para esto se requiere el fortalecim­iento de las institucio­nes que hagan cumplir las leyes y el equilibrio en las finanzas públicas. Esto último será especialme­nte importante en el 2018, debido a las presiones que las campañas políticas harán sobre los recursos públicos, tanto en los federales como en los estatales y municipale­s.

Opine usted: benito.solis@ solidea.com.mx

* Economista

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