LA KARDIABAND
ES EL PRIMER ACCESORIO MÉDICO APROBADO POR LA FDA DE ESTADOS UNIDOS PARA SU USO CON EL APPLE WATCH
lla; además genera una grabación para enviar a un médico.
Los lectores de ECG portátiles que funcionan con teléfonos inteligentes han existido durante años, lo que permite a los consumidores registrar la actividad de su corazón con un dispositivo separado. El problema crucial era saber exactamente cuándo hacerlo.
Para quienes corren el riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con el sistema cardiovascular, dispositivos como éste pronto podrán desempeñar un rol clave para ayudarlos en una emergencia.
“Esto monitorea continuamente su ritmo cardiaco para hacerle saber si algo está potencialmente desviado”, dijo Eric Topol, director del Scripps Translational Science Institute y profesor de medicina molecular que no está involucrado con la tecnología. “Esa es la gran diferencia”.
“Esta es la primera vez que veo inteligencia artificial en un reloj inteligente”, dijo Topol, quien también es cardiólogo. “Definitivamente es un paso en la direc- ción correcta”.
La lectura podría ayudar a detectar anomalías peligrosas, como la fibrilación auricular. La afección, marcada por un ritmo errático que puede provocar mortales coágulos y derrames cerebrales, se desarrolla en aproximadamente una cuarta parte de las personas mayores de 40 años.
Sin embargo, la tecnología no es barata. El Kardiaband, el primer accesorio médico aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) para su uso con el Apple Watch, se vende por 199 dólares, y, por supuesto, también tienen que tener un Apple Watch, Serie 3, de alrededor de 400 dólares.
Apple también anunció su propia iniciativa de investigación este y lanzó su aplicación Apple Heart Study destinada a recopilar datos sobre los ritmos cardiacos irregulares. El trabajo está diseñado para identificar a los usuarios de Apple Watch que podrían estar en fibrilación auricular, y, por lo tanto, en mayor riesgo de accidente cerebrovascular.
El Apple Watch tiene un sensor que reúne señales de cuatro puntos separados para detectar la cantidad de sangre que fluye por la muñeca. Analiza esa información junto con datos de algoritmos de software para aislar ritmos cardiacos e identificar irregularidades.
Los usuarios involucrados en el estudio que tengan un ritmo cardíaco errático recibirán un parche de electrocardiograma de Biotelemetry que puede proporcionar un monitoreo constante y se les ofrecerá una consulta gratuita con un médico.
Monitorea continuamente su ritmo cardiaco para hacerle saber si algo está potencialmente desviado. (...) Esa es la gran diferencia” ERIC TOPOL