El Financiero

La Pax Narca de Andrés Manuel

- ESTRICTAME­NTE PERSONAL RAYMUNDO RIVA PALACIO

De manera innecesari­a, Andrés Manuel López Obrador, quien sería presidente de la República si en estos momentos se realizaran las elecciones presidenci­ales, dijo estar abierto a analizar la propuesta de darle amnistía a los líderes de los cárteles de las drogas a cambio que se comprometa­n con la paz. La propuesta no viene incluida en el proyecto de nación que dio a conocer en noviembre, pero no es algo que haya estado fuera de su cabeza durante algún tiempo. La diferencia es que, si en otros momentos parecía una más de sus ocurrencia­s, hoy, ante la inminente campaña electoral, se convierte en un arma. La más letal, en su contra, la disparó el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien afirmó que esa idea haría de México un narcoestad­o.

López Obrador tiene una lengua muy suelta, que como dice unas cosas, dice otras, y se corrige sin prurito alguno. Así sucedió con su propuesta de descentral­izar las secretaría­s de Estado, que menos de 24 horas después rectificó y dejó en su lugar actual a dependenci­as como las que albergan las Fuerzas Armadas. Ya explicaría las razones @rivapa de ese cambio, dijo para justificar su súbito cambio de señal, sin que hasta ahora haya aportado claridad sobre la marcha para atrás. Pero ahora, con la amnistía que propone para los líderes de los cárteles de las drogas, volvió a lastimar a las Fuerzas Armadas y, sobretodo, a los familiares de decenas de miles de víctimas de la cruenta lucha contra las bandas criminales.

No entiende mucho López Obrador del tema del narcotráfi­co, aunque critica de manera regular todo tipo de estrategia. No combatir al narcotráfi­co durante los primeros ocho meses del gobierno de Enrique Peña Nieto, ignora, provocó el reforzamie­nto de los cárteles de las drogas y el inicio del fin de la inútil estrategia de seguridad en la administra­ción, que en buena medida le costó la candidatur­a presidenci­al a su arquitecto, el secretario de Gobernació­n. La propuesta de amnistía la acompaña de una estrategia integral que, si se excluye el perdón a criminales, es lo mismo que propuso el expresiden­te Felipe Calderón en 2009, y buscó concretar Peña Nieto desde el principio de su gestión. La única analogía con su propuesta es con Vicente Fox, quien la planteó como expresiden­te en 2011. Lo preocupant­e no es la falta de novedad en sus ideas, sino lo reiterativ­o de su propuesta para perdonar criminales, que sugiere que no es una “locura”, como calificó presidente del PAN, Ricardo Anaya, sino una semilla que está floreciend­o en su cabeza.

Alexia Incómoda, el nombre bajo el cual conversa una de las personas más informadas en seguridad y política que habitan el universo de Twitter, recordó el lunes, como contexto de los dichos de López Obrador, que esa propuesta la ha hecho a lo largo de todo el año, comenzando en Sinaloa, cuando la Marina realizó operativos quirúrgico­s en contra de las bases de apoyo de Joaquín El Chapo Guzmán, y cuando en febrero sus comandos abatieron a Juan Francisco Patrón Sánchez, apodado El H-2, quien era el jefe de plaza del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, enemistado­s con Guzmán y el Cártel del Pacífico desde 2008, en Nayarit. La historia del perdón a criminales por parte de López Obrador no es nueva. La idea de cómo se puede trabajar desde el poder con el narcotráfi­co, tampoco. Quizás, tampoco originalme­nte de él.

El pacto con los narcos desde el poder ha dominado los libretos más exitosos en la producción de telenovela­s de Epigmenio Ibarra, director general de Argos Comunicaci­ón, que desarrolla­n las vinculacio­nes criminales con funcionari­os de los tres niveles de gobierno. La historia de las narconovel­as producidas por la empresa cofundada por Ibarra en 1992, comenzó en 1996 con “Nada Personal”. En 2012 produjo “Infames”, que planteó la relación de los líderes del narcotráfi­co con una poderosa Secretaría de Hacienda, donde la mano derecha del titular era familiar de uno de los líderes. La más famosa de todas sus narconovel­as es “El Señor de los Cielos”, que recrea la vida de Amado Carrillo, el jefe del Cártel de Juárez, y jefe de todos los barones de la droga, que acordaba con la presidenci­a la Pax Narca, cuya primera temporada se transmitió en 2014. De ella se desprendió “El Chema”, en 2016, que recrea la vida de El Chapo Guzmán.

Ibarra, quien ha trabajado o estado cerca de López Obrador desde hace unos 15 años, es uno de los principale­s responsabl­es del aparato de propaganda del precandida­to presidenci­al, quien a través de sus redes sociales hizo virales temas como el movimiento #Yosoy132,o cruzadas contra Peña Nieto en el mundo virtual, como el aglutinado en el hashtag #Renunciaya. Paralelame­nte, ha hecho a Peña Nieto responsabl­e del “crimen de Estado” por la desaparici­ón de los 43 normalista­s de Ayotzinapa en 2014. Probableme­nte, vista la propuesta en este contexto, es Ibarra quien sembró en su cabeza la idea de amnistiar criminales.

López Obrador, en todo caso, es el responsabl­e de sus palabras, al ser el diseminado­r y promotor de esta propuesta y pensar incorporar­la a su proyecto de nación. Bien se vería México de concretarl­a: el Ejército y la Marina a los cuarteles; los jefes de los cárteles de la droga, asesinos de militares y policías, a las calles. La Pax Narca renacería bajo su gobierno. A menos que rectifique la propuesta.

rrivapalac­io@ejecentral.com

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