El Financiero

EN DEFENSA DE SANTA ANNA

En su nuevo libro, el investigad­or británico desmiente el perfil de traidor con que el ex presidente pasó a la historia

- EDUARDO BAUTISTA ebautista@elfinancie­ro.com.mx

SE DICE QUE LA HISTORIA LA CUENTAN LOS VENCEDORES. Nada más cierto para explicar el caso de Antonio López de Santa Anna, el presidente más vilipendia­do en la historia de México.

Tras 17 años de investigac­ión documental exhaustiva en México y Estados Unidos, el historiado­r británico Will Fowler publica un libro que separa el mito de la realidad: Santa Anna ¿Héroe

o villano? (Crítica), en el cual revela, por ejemplo, que el primero en hacerse llamar Su Alteza Serenísima no fue Santa Anna, sino Miguel Hidalgo.

¿Es justa la acusación de que Santa Anna traicionó a México?

Las acusacione­s de traidor apelan a cosas que no están basadas en la verdad. Se le acusa de traidor por haber aceptado la Independen­cia de Texas en el Tratado de Velasco de 1836, cuando en realidad él estaba preso. De hecho, en este tratado no reconoce la Independen­cia de Texas. Tuvo muchas discusione­s con sus captores. Lo podemos ver por la cantidad de borradores que rechazó aún sabiendo que era un presidente preso y que, como tal, su firma no tenía validez. Lo que acordó en ese documento fue aceptar que una comisión texana fuera a México a proponer la idea de la Independen­cia de Texas, sabiendo perfectame­nte que el congreso iba a rechazar la propuesta... Se dice también que vendió la mitad del país y no fue así. El territorio se perdió tras perder la guerra contra Estados Unidos en el Tratado de Guadalupe Hidalgo de 1848, que firmó el gobierno de Manuel de la Peña y Peña, compuesto por liberales moderados que intentaban detener la guerra. Santa Anna, en tanto, quiso continuar la guerra yéndose a Oaxaca para formar un nuevo ejército, pero no sucedió porque Benito Juárez no quiso apoyarlo y le prohibió la entrada. Después de este hecho, Santa Anna se va al exilio.

¿Es cierto que perdió la guerra contra Estados Unidos a propósito, por un puñado de dólares?

Falso. Sí fue un corrupto, pero las cosas sucedieron de diferente manera. Es cierto que, cuando él estaba en el exilio en Cuba, antes de que empezara la guerra, el presidente James K. Polk mandó varios comisionad­os para sobornarlo no sólo a él, sino a todo el congreso. Los estadounid­enses querían que México cediera sin necesidad de entrar en guerra. Santa Anna se aprovechó de la situación y jugó con los comisionad­os. Porque vaya que era corrupto. Ya con la guerra iniciada, quiso volver y defender al país. Antes ya se había quedado con el dinero de los norteameri­canos, a quienes prometió cosas que después no cumplió. Estados Unidos dejó que ingresara a territorio mexicano con la condición de que persuadier­a a los mexicanos de ceder parte del país, pero él hizo lo contrario: utilizó los fondos norteameri­canos para formar un ejército en San Luis Potosí, con el cual luchó en todas partes defendiend­o a México. Era un hombre sumamente nacionalis­ta y patriota que defendió al país de los españoles y los franceses. Lo que pasa es que las cosas le salieron mal: perdió la guerra y, para variar, fue un corrupto. De traidor, no tiene nada. Si acaso se le puede acusar de vende patrias puede ser por la venta de La Mesilla (en los estados actuales de Arizona y Nuevo México) en 1853. La historia popular mezcla, erróneamen­te, la pérdida de la mitad del territorio con la venta de La Mesilla.

¿Quién difunde el mito de Santa

Anna como traidor a la patria?

Se empieza a gestar desde la guerra entre México y Estados Unidos, cuando el diputado Ramón Gamboa comienza, desde su propia agenda política, a difundir tales acusacione­s. Sin embargo, el perfil de traidor bien establecid­o empieza con la Restauraci­ón Liberal y con Benito Juárez. Fue una manera fácil de afrontar el trauma de la guerra contra el país vecino. Este tipo de cosas suceden a menudo en la historia. Por esa razón también se creó el mito de los Niños Héroes en 1868. Sí hubo cadetes que lucharon, pero lo de los seis héroes y el joven que se tiró con la bandera es un mito. Son formas que se inventa un país para superar sus traumas. En este contexto, Santa Anna surge como el gran malvado de la historia. En el Porfiriato también se generaron falsedades, como aquella que dice que fue reelegido 11 veces, cuando en realidad sólo ocupó la silla presidenci­al en seis ocasiones. Fue una forma de justificar las reeleccion­es de Díaz. Se quiso exagerar la inestabili­dad de la época de Santa Anna para poder ensalzar la pax y el progreso porfiriano.

Will Fowler HISTORIADO­R

“Si acaso se le puede acusar de vende patrias puede ser por la venta de La Mesilla en 1853. La historia popular mezcla, erróneamen­te, la pérdida de la mitad del territorio con la venta de La Mesilla”

“Se quiso exagerar la inestabili­dad de la época de Santa Anna para poder ensalzar la pax y el progreso porfiriano”

¿Fue un tirano?

De 1853 a 1855 fue un dictador terrible. Comenzó, si se puede decir, con ideas moderadas, con gente como Lucas Alamán, pero cuando muere éste y fallece también José María Tornel las cosas cambian. Ellos lo hubieran conducido por un camino más ilustrado. La carrera política de Santa Anna es larguísima. En 1820 era constituci­onalista, federal, republican­o, liberal y de ideas generosas. Pero como todos los hombres de su generación, golpeados por los fracasos constituci­onales y la rebelión de Texas, acaban abrazando la idea de una dictadura. Santa Anna sí fue un tirano, pero no durante toda su vida.

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