...Y ahora son los que ‘detonarán el desarrollo’
El retraso fue de dos horas, pero Andrés Manuel López Obrador abre su mensaje con el “parte de guerra” de hace unos minutos, en el frente de Lomas de Chapultepec, en la capital, con los que han representado, al menos hasta ayer, su némesis. No habla ya de mafia del poder, de “minoría rapaz” o de “traficantes de influencias”. Ahora se refiere a los dirigentes empresariales como “los empresarios que nos van a ayudar a detonar el desarrollo”. Hay tregua. Con la voz ronca, que se aclara conforme pasan los minutos, el candidato de la alianza Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES) anuncia a sus simpatizantes, con un dejo de orgullo, que los miembros del Consejo Mexicano de Negocios “se comprometieron a trabajar con el candidato que gane la elección”. Ahora no hay nombres, no existen los villanos de la película; ahora, el tres veces candidato presidencial habla de “construir la unidad nacional” de la mano con los empresarios. Ahora no hay acusaciones ni señalamientos a los Slim, a los Larrea, a los Baillères. Ahora argumenta que “de lo que se trata es de que todos juntos saquemos adelante a México”. El “parte de guerra” deja satisfechos a sus simpatizantes tlaxcaltecas, quienes celebran como un triunfo la tregua, sobre todo cuando su líder explica que en esa reunión “hubo conciliación en el entendido de que el próximo gobierno va a representar a todos, a ricos y pobres”. Y sí, ya no se mencionan esas tres palabras que se habían repetido diario desde hace casi 15 años, las de la mafia del poder.