Qué tonto plan
Si alguien pensaba que ya habían terminado las ocurrencias en materia de seguridad y combate al crimen organizado con el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que revise la prensa para descubrir que el próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador se encamina a rebasarlo por izquierda y derecha. La última pincelada de la improvisación la dio la doctora Loretta Ortiz, exdiputada de Morena y una muy reconocida especialista en Derecho Internacional, enfocada a los derechos humanos, particularmente de migrantes, al proponer en una entrevista que como parte de la pacificación del país, el nuevo gobierno va a servir de mediador entre las bandas criminales para que hablen entre ellas y para que las persuadan de regresar al orden legal, que por las buenas claudiquen a su lucrativo negocio del narcomenudeo y el narcotráfico, y que dejen de pelearse entre ellas porque están causando zozobra en el país. La cuarta transformación de la República que propone López Obrador, también pasa por el arrepentimiento de los criminales y su redención.
Para frenar la violencia en estados como Guerrero o la Ciudad de México, le dijo a Carlos Marín, director de
“hay conflictos, incluso entre grupos, (a quienes) se puede ofrecer la mediación comunitaria
Milenio,
“Imposible pedir que dejen el narco a cambio de 88.36 pesos de salario al día”
“A los criminales se les confronta con velocidad para que no puedan reagruparse”