¿Quieres hablar con tus redes sociales? Dile a tu abogado
Habrán visto la palabra varias veces, en materiales de video: crestomatía. Por definición, puede usarse, por fragmentos, en una obra con fines educativos. Muy bien: ahora intenta convencer de ello a un algoritmo de YouTube que no te deja publicar un video porque identifica que contiene material de un medio de comunicación. Prácticamente todos los productores de audio y video lo padecen: Facebook o YouTube, sus principales generadores de tráfico, no les permite publicar porque no reconocen, por ejemplo, que se dio crédito a una canción por escrito. Supongamos ahora que te conectas, en vía directa, a una conferencia de prensa de la Casa Blanca. Al mismo tiempo que lo hacen algunos canales de televisión abierta. El algoritmo reconoce que se está transmitiendo señal idéntica y entonces considera que es un caso de violación de derechos de autor y la suspende.
Porque las reglas por derecho de autor, lógica que rige a medios tradicionales, no aplica para la IA. Esa no es la peor parte, sino lo que sigue: solicitar a la red social que reconsidere su decisión. Escribes la solicitud, pero no hay cambios. Más grave aún, con cada reintento crecen las probabilidades de que congelen el acceso a la cuenta.
En otras palabras: las redes sociales quitaron a los humanos de su departamento de Atención al Cliente y ahora están a merced de los algoritmos, que se limitan a leer datos y no razonan.
Los consorcios propietarios de las redes son quienes están definiendo las características de la tecnología y las reglas que quieren respetar (y las que no). Son ellos quienes deciden el contenido, lo sesgan e incluso impiden el paso a medios. Estos últimos son quienes más ascienden en la espiral de las inconformidades. Por eso, piden a sus abogados que contacten al área Legal de las redes sociales para resolver el impedimento. Y ahí sí, entonces, reciben una respuesta.
Así que como consecuencia de la IA aplicada a las áreas de servicio a cliente, en los los próximos años la comunicación con las tecnológicas será exclusivamente a través de abogados. Al menos, para quienes puedan pagar los honorarios de alguno. La defensa del usuario está siendo vía legal. Si alguien nos calumnia a través de un video, no hay defensa porque el área de Servicio al Cliente no tiene sensibilidad humana. Y solo destinan recursos a demandas que puedan afectar sus intereses. Migraron de ser startups centradas en el producto que sirviera a los usuarios, a ser corporaciones que sólo protegen su reinado. ¿Cómo esperan que les creamos que su IA estará orientada a los usuarios, si ni siquiera nos atienden? Las redes sociales: entre abogados te veas.