La transformación educativa
El problema de raíz del sistema educativo en México, consiste en pretender cambiar lo que ocurre en las escuelas de educación pública obligatoria sin transformar las escuelas formadoras de maestros.
Antes de pensar en proponer su eliminación de raíz, se deben analizar las fortalezas del nuevo modelo educativo, tales como su foco claro en el aprendizaje para toda la vida y la concepción del docente como un profesional del aprendizaje en permanente formación. Existió una invasión comunicativa y de facultades por parte de las autoridades federales. No se supo comunicar y sumar en el proceso a los maestros –y distinguirlos de las cúpulas gremiales–, se descuidó y se atrasó lo técnico-pedagógico y no se impulsó la actividad y la responsabilidad de los estados en su implementación.
Lo que nos tiene en la actual encrucijada es un lamentable atraso en los deberes de la autoridad para la transformación de las normales, la activación de las familias y el aprendizaje profesional de los maestros. No se ha entendido ni se ha propiciado en las escuelas el acercamiento a un modelo participativo, materializado en el componente de autonomía curricular y en la autonomía escolar, que llevó a que los docentes no se apropiaran de él. Pensar en echar atrás la reforma educativa no depende de una sola persona, ni tampoco se puede asociar con el fin de un sexenio. Ningún actor tiene la capacidad de dar marcha atrás al compromiso que la comunidad Presidente Ejecutivo de Mexicanos Primero hemos asumido para garantizar el derecho a aprender de niñas, niños y jóvenes. La transformación educativa no nació con la administración actual, ni tampoco verá su fin con el siguiente presidente o secretario de Educación. Los gobiernos estatales deben comprometerse a fondo con la implementación de la reforma educativa. La implementación de la reforma a la Constitución y las leyes de 2013, dependen de los estados libres y soberanos, más que de la Federación. Los verdaderos agentes de cambio son los líderes intermedios: funcionarios estatales, supervisores, maestros, consejeros escolares y miembros de asociaciones comunitarias y de la sociedad civil que aterrizan, monitorean, evalúan y retroalimentan las políticas públicas en el contexto local.