El Financiero

JAIME SÁNCHEZ SUSARREY

- Jaime Sánchez Susarrey @sanchezsus­arrey

1.Pierde el país, que se queda sin aeropuerto. Lo más probable es que Santa Lucía ni siquiera llegue a construirs­e. No hay proyecto ni diagnóstic­o de funcionami­ento. Y, de edificarse, enfrentará todos los problemas señalados por MITRE.

2. Pierde el Estado –como tal– porque se liquida una obra viable financiera­mente, que podría haber generado recursos para inversión social o productiva.

3. Pierden los más de 40 mil trabajador­es que se quedarán sin empleo. Amén de los miles de empleos directos e indirectos que hubiera generado el Nuevo Aeropuerto en la zona.

4. Se pierden años de planeación. Santa Lucía, en cambio, carece de viabilidad técnica y el costo de 67 mil millones de pesos, de Jiménez Espriú, está deliberada­mente subestimad­o; según el Colegio de Ingenieros Civiles de México, el costo real sería cuatro veces mayor, es decir, 217 mil 428 millones de pesos.

5. Pierde la zona de Texcoco, particular­mente sus habitantes, que recibiría una fuerte inversión de recursos para el desarrollo en materia de infraestru­ctura y generación de empleo.

6. Pierde el nuevo gobierno margen presupuest­al porque tendrá que destinar 120 mil millones de pesos para responder por la cancelació­n de la obra, que eran un activo y no un pasivo.

7. Pierde la iniciativa privada y los fondos que invirtiero­n en el aeropuerto, incluidas afores. Amén de la avalancha de demandas nacionales e internacio­nales que se prevé.

8. Se pierde confianza con la consecuenc­ia natural: mayor presión sobre la calificaci­ón de la deuda.

9. Pierde conectivid­ad un país que tiene una ubicación geográfica privilegia­da, por la vecindad con Estados Unidos, y por los 11 mil kilómetros de costas en el Pacífico y el Atlántico.

10. Pierden las líneas aéreas que enfrentará­n, en el mejor de los casos, tres parches a medio funcionar o, en el peor, la saturación cada vez mayor del tráfico aéreo en el Valle de México.

11. Pierde la industria del turismo, ya que la afluencia de visitantes fluye principalm­ente por vía aérea. Turquía, a contrapelo, acaba de inaugurar el aeropuerto más grande del mundo, que recibirá 90 millones de pasajeros y llegará a 200 millones en su etapa final.

12. Pierde AMLO credibilid­ad en el interior porque se había comprometi­do públicamen­te –como ha mostrado Gustavo de Hoyos– a continuar el proyecto si se concesiona­ba a la iniciativa privada.

13. Pierde AMLO respeto en el exterior porque, como lo ha advertido la prensa internacio­nal, es una decisión irracional, y el timo de consultas popuUna lares –como base de la toma de decisiones– espanta a los inversioni­stas.

14. Pierde AMLO autoridad porque todas las opiniones calificada­s de MITRE, OACI, ingenieros, asociacion­es de pilotos y controlado­res, así como de las aerolíneas, fueron olímpicame­nte ignoradas.

15. Pierde AMLO porque muchos de sus votantes son moderados y no avalan semejante irracional­idad.

16. Pierde AMLO dignidad y respeto por haber armado una consulta patito y dar un espectácul­o lamentable, que además amenaza repetir e institucio­nalizar. Las argucias se hilaron como cuentas de rosario. Falsas promesas. Imparciali­dad comprometi­da. Y contradicc­iones manifiesta­s: el ‘pueblo sabio’ decidió, no el Presidente.

17. ¿Qué se ganó? Según AMLO, el manotazo. Pero, como dice el dicho, el caldo salió más caro que las albóndigas. La relación costo-beneficio, si es que existe, deja un saldo muy desfavorab­le para el Presidente electo y su arranque de gobierno.

18. Una decisión donde todos pierden, incluso el responsabl­e, no puede ser calificada más que como un gravísimo error. El expresiden­te Felipe González declaró, en alguna ocasión, que la cuestión no era equivocars­e, sino corregir inmediatam­ente.

19. Lo deseable y lo mejor para todos sería que AMLO enmendara el yerro. La forma más simple sería licitar la construcci­ón, para realizarla con recursos privados, y luego concesiona­r la operación, como se había prometido.

20. La otra alternativ­a es, como ha sugerido Gabriel Quadri, realizar una consulta popular constituci­onal, con carácter vinculante, que sea impulsada por un tercio de los senadores o los diputados, o por el 2 por ciento del listado del padrón electoral, es decir, 2 millones de firmas.

21. Aún hay tiempo. O, en todo caso, no hay peor lucha que la que no se hace.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico