Revés a Trump
En 2012, Jonathan Haidt publicó The righteous mind, un texto sobre el porqué la política y la religión dividen tanto a las personas y a las sociedades. El autor desarrolla una teoría sólida sobre cómo tomamos posiciones en nuestra vida. Haidt sostiene que las intuiciones le ganan al razonamiento estratégico. En segundo lugar, argumenta que vivimos en una sociedad con múltiples códigos de moral. En tercero, tal vez lo más importante, Haidt apunta que los extremos ideológicos capturan el debate público, tanto en política como en religión.
En ese “caldo de cultivo” se viven las contiendas electorales: posiciones extremas, moralidad, intuición y no la razón, dominan la toma de decisiones. Ese es el clima que reina hoy en Estados Unidos. Trump lleva tres años exacerbado la confrontación en su país. Al corte de las 8:30 PM de ayer, los resultados de la elección parecen apretados, pero alentadores para los Demócratas y un rechazo a las posturas y políticas de Trump. De confirmarse, el resultado sería en gran medida por una alta participación electoral. No fue gratis, ha sido la elección intermedia más costosa en la historia, más de 5.2 mil millones de dólares en gastos de campaña. También los votos emitidos por correo previos a la elección fueron los más altos. A diferencia de 2014, que tuvo la participación más baja desde 1942, en esta ocasión parecería que rebasó el 40% que se esperaba.
Las implicaciones más importantes para México serían que Trump tendría
“AMLO tendría la oportunidad de enmendar el daño que el gobierno de Peña Nieto causó”
que enfrentar a una mayoría Demócrata que le frenará buena parte de su agenda económica, y eventualmente aprobar (o no) el T-MEC. Adicionalmente es probable que también ahondará en las investigaciones que realiza Muller sobre Trump. Además, es muy probable que Trump tenga rivales en el partido Republicano para la nominación de 2020. Estas implicaciones podrían ser muy positivas para México. El próximo gobierno tendría a un Trump ocupado por resolver sus problemas internos, y tal vez deteriorando menos el orden global. En ese contexto, la administración de López Obrador tendría la oportunidad de enmendar el daño que el gobierno de Peña Nieto causó con los Demócratas.