LOCURA.
El Barça Lassa no se dejó intimidar en ningún momento por un Real Madrid que, tal vez, se sintió campeón de la Copa del Rey antes de tiempo y terminó por entregar el que fue su título 26 de la competencia al rival más odiado. Con 15 puntos de desventaja al comienzo del último cuarto, la quinteta catalana remontó el marcador y estuvo a punto de ganar en tiempo regular, antes de que Sergio Llull forzara la prórroga para los merengues.
En el tiempo extra los blaugranas dilapidaron una ventaja de 5 puntos a falta de 15 segundos por jugar y se fueron abajo por uno, con 4 segundos en el reloj. Fue entonces que Ante Tomic logró colarse en la pintura y enviar el balón al aro, el cual fue detenido por Anthony Randolph, pero marcado como tapón inválido por los árbitros.