Pronosticar con Pumas y Chivas es de alto riesgo
Estar con los historiadores más que con los adivinos resulta un lugar seguro en el futbol mexicano. La tierra donde todo es posible, con lo bueno y malo que esto conlleva, pero de ninguna manera podemos establecer con seguridad que tal o cual equipo dominará el semestre.
Competitivo casi siempre, con buenos y malos torneos, pero con el signo de interrogación siempre presente.
Por eso decir que los Pumas se han reencontrado gracias a la mano de Bruno Marioni resulta poco más que aventurado. Sin bien es cierto ha dado señales de vida, cierto también es que con muy poco parecería suficiente; sin embargo, hay mucho torneo por delante y un plantel limitado, verdadero, pero limitado. Por lo pronto han ido encontrando alternativas en sus planteamientos, que les han permitido avanzar numérica y colectivamente, y haber tenido gran mayoría de mexicanos hechos en CU el pasado domingo en la victoria frente al América debe ser reconfortante en todos los sentidos, sobre todo para entender que las carteras no forman planteles ni equipos, que detrás de un campeonato hay más que la inyección económica.
Guadalajara es otro ejemplo de mejoría notable si tomamos como referencia los semestres anteriores: cualquier cosa que se hiciera bien brillaría con cierta intensidad. Abonan sus 14 puntos y su cuarto lugar general; también la calidad de sus refuerzos, el estado actual de algunos jugadores tratados como estrellas, pero que no responden como tal. Por supuesto suma el tiempo de trabajo que ha tenido José Saturnino Cardozo y el estado general del equipo. Pero que no se nos olvide que la deuda de estos dos llamados grandes no queda saldada con mini rachas, lugares de privilegio a media temporada (cosa que Pumas no tiene) o calificando a la Liguilla. El compromiso debe ser la permanente lucha por los trofeos y cierta obligación por conseguirlos. Las malas deben ser las menos, no como ha sucedido en tiempos recientes.
La contundente victoria en el Clásico tapatío con la brillante actuación de Alexis Vega puede traer consigo sobredosis de entusiasmo, pero seamos honestos: es el Atlas, con todo respeto, digo. Prudencia en los pronósticos; hay elementos razonables para establecer ciertas dudas en la proyección a futuro; pronosticar en nuestro futbol está considerada como actividad de alto riesgo.
¡He dicho!