Infonavit reduce 43% número de viviendas abandonadas 2014-2018

El número de unidades deshabitadas bajó de casi 104 mil a cerca de 59 mil en ese lapso, según datos del Instituto.

En abril el Infonavit anunciará un programa de recuperación de unidades desocupadas

En abril próximo, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) dará a conocer un programa de recuperación de inmuebles abandonados, un tema en que se tuvieron avances importantes en los últimos años. Durante 2014-2018 el Instituto redujo en 43.4 por ciento el número de viviendas deshabitadas, al pasar de 103 mil 946 a 58 mil 874 unidades en esa condición.

Los más de 58 mil domicilios vacíos que se registraron el año pasado son casos en etapa de cobranza, pero que todavía no entran en un proceso judicial y de adjudicación por parte de la hipotecaria. “En 2018 se detectaron menos casas en esta situación que en años anteriores, lo cual responde a una política de desarrollo urbano más estricto que reduce la posibilidad de avanzar en el tiempo”, explicó Carlos Martínez, director general del Infonavit.

En este sentido, el funcionario reconoció que el Programa Nacional de Vivienda 2014-2018 tenía entre sus objetivos controlar la expansión de las manchas urbanas, mejorar la calidad y diversificar las soluciones residenciales.

Juan José Solórzano, CEO y cofundador de la agencia inmobiliaria Tu Cantón, consideró que si bien se avanzó en la verticalización de los desarrollos inmobiliarios, las residencias de interés social aún están fuera de las grandes urbes y la falta de movilidad es un motivo de abandono del inmueble. De acuerdo con información del Instituto, las entidades más generadoras de residencias abandonadas en el país son Jalisco, Nuevo León, Estado de México, Tamaulipas, Veracruz y Chihuahua.

“En estos municipios han confluido distintos elementos, como un crecimiento acelerado en la producción de vivienda y una dinámica económica que está sujeta un ciclo más volátil, es decir, economías que dependen más de una población migrante”, explicó Eduardo Torres, director general de la consultora Ai360.

Uno de los primeros esfuerzos del Infonavit para atender el problema se dio en 2010, cuando registró 45 mil unidades sin habitar, por lo que inició un programa de créditos para que estas fueran adquiridas. Pero la estrategia fracasó, ya que entre 2012 y 2013, el Fondo intentó vender 39 mil de estas viviendas y sólo colocó 7 mil 250.

En junio de 2016, la hipotecaria más grande de América Latina inició el programa de Subasta de Vivienda Recuperada, que consistía en la oferta de paquetes de residencias a inmobiliarias para que éstas las remodelaran y las colocaran de nuevo en el mercado.

En poco más de dos años se realizaron 8 procesos y en 2018 se colocaron 22 mil 393 residencias en todo el país.

Torres refirió que ésta era una buena estrategia del Infonavit para poner nuevamente en el mercado a inmuebles deshabitados y sanear sus finanzas, pero el valor con que las ofrecían estaba muy por debajo del real y las ganancias eran para las inmobiliarias, no para el Infonavit. Sin embargo, Martínez suspendió este programa en enero de este año, al considerar que no resolvía el problema, pues los desarrollos mal localizados y en pésimas condiciones regresan a la situación de abandono.

Además, “en términos netos la Institución perdió 245 millones de pesos en estos procesos”, aseguró. Por ello, ahora la nueva administración del Infonavit trabaja en un programa de recuperación de unidades habitacionales en coordinación con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu). “Queremos diseñar un esquema que sea viable para privados, atractivo para el Instituto y que tenga una visión de recuperación urbana integral dentro del polígono y no sólo de un grupo de casas. La idea es recuperar todo el entorno”, puntualizó el director general del Infonavit. Actualmente el Infonavit tiene 290 mil créditos morosos –relacionados principalmente con la vivienda abandonada–, lo que representa 5.6 por ciento del total en término de cuentas.

Estos créditos se otorgaron durante 2013 y 2014, ya que los incumplimientos de pagos iniciaron a partir del año 5 del crédito, por lo que en el corto tiempo no reducirá la cartera vencida, sino a largo plazo.