La Inteligencia Artificial en el amor
Fundador y Presidente del Consejo de Metrics
¿ Recuerdan cuando la gente se conocía en persona para establecer una relación? Pues ya no, estudios sobre el comportamiento de las personas en internet estiman que para 2023, la cifra de usuarios de sitios para encuentros en la red sean alrededor de 320 millones en el mundo. Tinder es el rey de las apps para hallar el amor en México, según The Competitive Intelligence Unit (CIU), con una penetración de 86.9% de los usuarios y 450 millones de “aceptaciones” y “rechazos” diarios.
Pero, muchas veces los perfiles con las mejores características esconden la intención de defraudar. En Reino Unido al menos 3 mil usuarios denunciaron haber sufrido pérdidas por 47 millones de euros por préstamos no devueltos a quienes creían ser su “media naranja”... aunque estuviera al otro lado del mundo.
Gracias al desarrollo de la Inteligencia Artificial (AI) empleada por expertos de la Universidad de Warwick, Inglaterra, se creó un algoritmo capaz de analizar perfiles en aplicaciones de citas para rastrear elementos que lo identifiquen como falso. En primera instancia presentaron al algoritmo miles de perfiles impostores para que aprendiera, y luego buscaron signos comunes. Solo tuvo un uno por ciento de error de todos los perfiles que consideró como falsos.
El algoritmo logró verificar patrones sospechosos usados inadvertidamente por los defraudadores; con toda esta información cruzada, se logró llegar a una conclusión probabilística sobre si un perfil del sitio de citas es falso o no. Por fin lo usuarios de este tipo de aplicaciones podrán estar tranquilos en este sentido.
No es la primera vez que las principales potencias de IA trabajan para aumentar y desarrollar mecanismos de seguridad para los usuarios. Investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Negev, en Israel, en colaboración con científicos de la Universidad de Washington, en EU, diseñaron un método capaz de detectar cuentas falsas en las redes como Facebook y Twitter. En este sentido, el año pasado desarrollé, en lo personal, un algoritmo que nos permitió identificar actividad de bots y trolls que participaron activamente en la campaña presidencial de México, lo que me ayudó a predecir con un error de menos del uno por ciento los resultados finales de la votación.
Mientras la IA hace lo suyo, a los seres humanos nos toca extremar precauciones, dejar la ingenuidad a un lado y tomar con mayor responsabilidad el uso de las nuevas comunicaciones para relacionarnos entre nosotros y poder lograr el “match” deseado. No vaya a ser que le den camarón por langosta.