LA CARRERA DE MMDD EN LOS VIDEO JUEGOS EN CHINA
LAS CÁMARAS BRILLARON y los fans enloquecieron, mientras Liu Mou subía al escenario durante una sofocante noche de verano. En la ciudad de Wuhan, decenas de miles de espectadores llenaron la franja costera que hace medio siglo fue testigo de las nadadas icónicas del presidente Mao Zedong en el río Yangtze. Liu, de 28 años, devolvió el saludo con una sonrisa.
La adulación fue testimonio del estatus de Liu, una de las estrellas más brillantes entre los jugadores de China. Liu y sus fanáticos asistieron a un carnaval organizado por una de las firmas de transmisión de juegos más grandes de China, Douyu. Liu es su mayor celebridad. Todos los días, pasa al menos cuatro horas jugando League of Legends y otros títulos, transmitidos a más de 10 millones de fanáticos. Durante dos noches, Liu compró, con dinero de su propio bolsillo, la cena para 3 mil de sus seguidores en dos restaurantes cercanos. Mientras se desplazaba entre mesas para tomarse selfies, los fanáticos se apiñaron para acariciar su barriga mientras él reía a carcajadas. “Me costó mucho cuidar a todos”, dijo.
El festival de tres días recaudó unos 20 millones de yuanes (2.9 millones de dólares) por la venta de entradas, y es parte de la carrera para crear el equivalente en China a Twitch, de Amazon, solo que más grande y potencialmente más rentable. Douyu cuenta con personas como Liu para generar ingresos a través de obsequios virtuales otorgados por los fanáticos, potencialmente mostrando una nueva forma de monetizar la transmisión de juegos más allá de publicidad y patrocinio. El destino de Liu y Douyu se entrelaza en el mismo desafío: demostrar que su espectacular aumento es más que una moda, y puede resistir la competencia, la quema de efectivo y la censura gubernamental. Analistas predicen que la industria podría convertirse en un negocio de 3 mil millones de dólares en China.
“Elijo Douyu porque la plataforma ha acumulado una gran base de fanáticos de League of Legends”, dijo Liu, más conocido por su apodo PDD.
Twitch, adquirida por Amazon por casi mil millones de dólares en 2014, es la plataforma dominante de transmisión de juegos en EU, pero, su ausencia de China, debido a una prohibición del gobierno, ha dado a nuevas empresas locales la oportunidad de luchar por el mercado de juegos más grande del mundo. A diferencia de Twitch, que tiene múltiples fuentes de ingresos como suscripciones y anuncios, los operadores de plataformas chinos viven y mueren gracias a los regalos virtuales de los fanáticos. Liu juega exclusivamente en Douyu, y esa asociación es clave para la compañía, que se hizo pública en Nueva York en julio. El 91 por ciento de los ingresos de Douyu provino de obsequios virtuales en el trimestre finalizado en marzo. Solo Liu pudo haber contribuido con hasta el 3 por ciento de los ingresos de Douyu en el segundo trimestre, según Ke Yan, analista de Aequitas Research con sede en Singapur. Basó su análisis en las estadísticas de xiaohulu.com, que monitorea el gasto de regalos virtuales en los servicios de transmisión chinos.
Cuando era adolescente, Liu desobedeció a sus padres cuando se mudó a Shanghai para convertirse en jugador profesional. En ese entonces, ganaba mensualmente 200 dólares.
No le llevó mucho tiempo establecer un nombre en el mundo de los juegos profesionales. Al dedicar más de 15 horas al día en entrenamiento, se convirtió en capitán de Invictus Gaming, uno de los principales clubes de deportes electrónicos de China, que ganó su primer campeonato mundial de League of Legends en 2018. Tras retirarse en 2014, Liu comenzó a transmitir sus sesiones en varias plataformas. Ahora vive en un apartamento de 300 metros cuadrados, donde transmite al menos cuatro horas al día a 10 millones de suscriptores de Douyu.
Con los años, Liu construyó una personalidad relajada y alocada. Cuando su avatar muere, grita: “Me abrí”, una frase que generó un mundo de memes. Una vez se emocionó tanto por desenterrar un arma virtual rara que se cayó de la silla. En otra ocasión derramó agua sobre sus pantalones pero no tuvo tiempo de cambiarse en medio de un juego. “¡Fuga! ¡Tenemos una fuga!”, Liu gritó a su novia. Sus fans lo veneran con bolas de pescado y cohetes virtuales, que van desde centavos hasta 300 dólares por artículo. Sun Yi, de 22 años, viajó 24 horas en tren desde su aldea para unirse al carnaval. Wang Jie, universitaria de 20 años, pasó meses ahorrando para un boleto de avión a Wuhan después de ver a Liu jugar League of Legends todas las noches durante años.
Ninguno de los dos resultó decepcionado. En el festival de Douyu se mezclaron con miles, muchos vestidos de duendes y guerreros, avatares de juegos populares, y se pasearon por el parque junto al río. En el escenario, los streamers luchaban mientras sus hazañas se proyectaban en dos pantallas gigantes.
La exestrella más grande de Twitch, Tyler “Ninja” Blevins, ha dicho que gana casi 7 millones de dólares al año solo a través de suscriptores en la plataforma. Liu bien podría rivalizar con eso. Plataformas como Douyu pagan a los mejores jugadores al menos 4 millones de dólares al año para retenerlos exclusivamente, dice Liu. También canjea dinero de regalos virtuales de seguidores, tras darle a Douyu la mitad del corte.
La batalla por ser la mayor plataforma es costosa. La quema de efectivo en marketing y la retención de los mejores resultados ha provocado que los inversores cuestionen el modelo de negocio. El archienemigo de Douyu, Huya, se cotiza a solo la mitad de su pico de junio del año pasado. Eso no es un buen augurio para Douyu. Pese a tener una base de usuarios más grande y mayor desempeño, va a la zaga de Huya en cuanto a margen e ingresos. “A pesar del sólido desempeño de Douyu en el primer trimestre, Huya es simplemente un negocio mejor”, dijo Arun George, analista con sede en Londres de Global Equity Research. “La mayor monetización de Huya probablemente se deba a sus aplicaciones, que permiten a los usuarios buscar y descubrir más fácilmente contenido que resuena con sus gustos personales”. Huya declinó entrevistas.
La competencia despiadada ha superado a los rivales más pequeños, incluido Panda TV, el empleador anterior de Liu. Su caída ha dado paso a Tencent Holdings para dominar la transmisión de juegos en China.
El gigante de las redes sociales tiene su propio sitio de deportes electrónicos, llamado eGame, además de respaldar a Douyu y Huya. Posee una participación del 37.2 por ciento en Douyu y 34.6 en Huya. Tencent no respondió a las solicitudes de comentarios.
Chen Shaojie, de 35 años, fundó Douyu hace cinco años inspirado por el éxito de Twitch. Considera que la ventaja de la firma sobre Huya es su mayor base de usuarios y oferta de juegos más amplias, que a su vez lo ayudarán a generar más ingresos. “Los streamers más importantes son extremadamente valiosos para nosotros”, dijo Chen. “Una vez que seamos públicos, tendremos más experiencia con la monetización”.
EMPRESAS COMO DOUYU BUSCAN CONSOLIDARSE COMO LA PLATAFORMA LÍDER DE ‘STREAMING’ DE VIDEOJUEGOS EN EL PAÍS ASIÁTICO