Aterrizajes abortados en AICM suben 50% por la crisis aeroportuaria
Expertos aseguran que la base militar de Santa Lucía no resolverá el problema
El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) registró un aumento de 50 por ciento en los aterrizajes abortados en los primeros cinco meses del año, según los datos obtenidos a través de una solicitud de información.
Mientras que, los aterrizajes frustrados debido a que otros aviones seguían en la pista del sobrepoblado aeropuerto aumentaron 84 por ciento, en el mismo periodo. Si bien los pilotos están entrenados para realizar la maniobra conocida como “ida al aire” o “go-around”, el aumento de tales eventos se suma a los problemas operativos en el aeropuerto más activo de América Latina. Expertos aseguran que el plan de desviar parte del tráfico a la Base Aérea de Santa Lucía tiene pocas posibilidades de satisfacer la creciente demanda de espacio aéreo. “Es un factor de riesgo innecesario”, comentó Guillermo Galván, piloto de jet privado e instructor de seguridad en las escuelas de aviación mexicanas. El aeropuerto no respondió a una solicitud de comentarios. El secretario de Comunicaciones y Transportes declinó hacer comentarios. Los intentos de aterrizaje se pueden abortar por una variedad de razones y ocurren en todos los aeropuertos de vez en cuando. Los cambios repentinos en las condiciones climáticas han contribuido a estas maniobras en la Ciudad de México en los últimos meses, indicó Gabriel Yee, gerente de operaciones de vuelo de Grupo Aeroméxico. En cuanto a la congestión, el aeropuerto no tiene una política conocida como “uso mínimo de la pista” para sacar a los aviones del camino rápidamente, añadió Yee. “No se puede negar que el aeropuerto tiene más operaciones que antes, este es el aeropuerto que tenemos por el momento y hay maneras de hacerlo funcionar de manera más eficiente”, dijo. Los aviones más grandes necesitan más tiempo para despejar la pista y, en ocasiones, no tienen suficiente tiempo para hacerlo, lo que lleva a otros aviones a abortar los aterrizajes, dijo Galván.
En un aeropuerto con pocas calles de rodaje, los aviones que cruzan de un hangar hacia una puerta a veces necesitan invadir las concurridas pistas.
El AICM tiene dos pistas de aterrizaje, pero no pueden utilizarse simultáneamente pues la distancia entre ellas es menor a la requerida. La terminal aérea maneja 61 operaciones (despegues o aterrizajes) en las horas pico, y el tráfico del año pasado subió 6.6 por ciento a un récord de 47.7 millones de pasajeros.
INCIDENCIA CRECIENTE
Los aterrizajes cancelados siguen siendo extremadamente raros en la Ciudad de México. Pero este incidente aumentó a seis por cada mil desembarcos en los primeros cinco meses del año, desde los cuatro que ocurrían el año pasado. Eso les cuesta a las aerolíneas tiempo y combustible para los aviones. Como regla general en el mundo, por cada mil intentos de aterrizaje, entre uno y tres resultarán en “ida al aire” dijo Richard Bloom, quien enseña seguridad de la aviación e inteligencia global en la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle. El aumento en la CDMX “mínimamente, debería conducir a una revisión de los factores típicos involucrados en los traslados”, dijo Bloom en entrevista.
De las 541 “idas al aire” de enero a mayo de este año, 83 se debieron a la presencia de otros aviones en las pistas. En el mismo periodo del año pasado hubo 357 aterrizajes frustrados, de los cuales 45 fueron causados por pistas obstruidas. Expertos en aviación de Mitre han dicho que aumentar los vuelos en Santa Lucía y el AICM no es viable, a pesar de que el gobierno actual defiende su viabilidad.