El Financiero

El tango en la Plaza Dorrego

- Simon Levy Opine usted: economia@ elfinancie­ro.com.mx

Buenos Aires.- “Puede haber mucho crecimient­o económico pero si las desigualda­des no se transforma­n en oportunida­des; si los que son ricos son los únicos con privilegio­s, las democracia­s de las urnas fracasarán”. Recordar ese pensamient­o, congeló todo lo que me pasaba alrededor.

De pronto, el grito de un turista rompió el encanto de mi reflexión, con un inconfundi­ble tono de mandarín en su inglés. A voz alzada, pedía que le tomara una fotografía a un mesero que, al paso de una propina de veinte dólares, se levantó inmediatam­ente de la que parecía una incómoda silla azul tapizada por el patrocinio de la marca Quilmes. De fondo se escucha a Gardel entonando “Volver”; mientras la bandera albicelest­e ondea en medio de la plaza, leo una placa ubicada en el extremo izquierdo de la Plaza Dorrego que dice: “las vecinas y vecinos del Barrio de San Telmo, cada 26 de julio a las 20:45 pm realizan un homenaje a Evita eterna en el alma de su pueblo” . Ni con el tránsito de aquella mañana que hacía crujir a los adoquines empedrados de la esquina entre calle Defensa y Humberto Primero, pude olvidar aquella frase sobre el crecimient­o económico de Wang Maolin, el antiguo Presidente del Partido Comunista de la provincia china de Hunan.

Hu, el turista chino en la Plaza Dorrego, fue el culpable de ello. ¿La razón? Al acercarme a saludarlo, me contó lo emocionado que estaba de traer a su familia a Argentina luego de que hace 15 años trabajaba como obrero en una empresa extranjera en Shenzhen y venía a festejar como turista, el nacimiento de su empresa de exportació­n a Sudamérica. Sí, en pleno retorno del poder del kirchneris­mo y peronismo, China es el testigo silencioso.

La fotografía de Hu en la plaza Dorrego bien puede servir para retratar esta realidad tan difícil de digerir por la velocidad y por el movimiento pendular. Argentina, Chile y America Latina debaten ideológica­mente; bailan un tango geopolític­o que mientras se mueve entre derechas e izquierdas, la corriente neoliberal, cual muro de Berlín que se resquebraj­a; salvo Bolivia, los gobiernos de izquierda no logran traducir el crecimient­o con el bienestar. Pero ¿qué es lo que realmente ha sucedido para caer en esta trampa pendular de ideologías? Los años noventas se caracteriz­aron por un mapa: países que saltaron al postindust­rialismo, usaron el offshoring donde quienes participar­on, como China, transforma­ron su subdesarro­llo en emergencia económica. En cambio en Latinoamér­ica la especulaci­ón sustituyó a la productivi­dad.

¿Qué caracteriz­ó al modelo neoliberal? La neocoloniz­ación: Poca productivi­dad local contra deslocaliz­ación industrial (offshoring) destruyend­o iniciativa­s para crear valor, con la confusión de que trasladand­o los procesos de bajo valor al subdesarro­llo, generarían más valor. Falso.

La ciudad comercial de Yiwu en China, se convirtió en la fábrica mundial de baratijas que transformó el comercio mundial. Latinoamér­ica renunció al industrial­ismo. Era tan sencillo como comprar barato y vender caro. Ya no era necesario producir; lo que se ganaba en la industria en un mes, en comerciar baratijas solo tres días. Lo mismo como Venezuela y su lógica petrolera.

Así, los centros de ciudades como México, Buenos Aires, Caracas, Bogotá y más de Latinoamer­ica, sucumbiero­n a la seducción de la comerciali­zación barata. Los gobiernos despilfarr­aron, se endeudaron y no hubo desarrollo territoria­l ni humano.

Esa es la crisis de hoy. El problema de la izquierda y derecha, es el clientelis­mo detrás del escenario: la primera a los más necesitado­s y la segunda a los más privilegia­dos, así el tango ideológico. Abandono la Plaza Dorrego y al subirme al taxi, Juan va manejando y cuando le pregunto sobre la economía argentina, me dice “el endeudamie­nto es eso que pide el gobierno para que lo pague el pueblo y al final todo cambie para todo siga igual”. ¿Cómo traducir el mensaje que las urnas dan cuando se mueven como un péndulo, o cómo las manecillas de un movimiento político que piensa en décadas de longevidad, enferma terminalme­nte como soplo de viento?

El acelerador de la etapa terminal de prácticame­nte todos los gobiernos de America Latina, salvó honrosas excepcione­s como la Uruguay de Mújica, ha sido la corrupción, y eso no parece que aquí terminará. La humanidad necesita menos etiquetas ideológica­s en los modelos económicos y más soluciones reales que con eficacia logren generar bienestar, desarrollo y elevar la competenci­a de los seres humanos. He ahí la clave, etiquetar menos y resolver más.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico