El Financiero

Igualarse para mal: el riesgo

- Enrique Quintana Opine usted: enrique.quintana@elfinancie­ro.com.mx @E_Q_

Cuando uno habla de que la economía está estancada, como los datos más recientes del INEGI revelan, recibe comentario­s que lo cuestionan.

Hay algunos a los cuales les está yendo bien o incluso muy bien. Pero, en contraste hay muchos a quienes les está yendo muy mal o incluso que apenas sobreviven.

El promedio es malo, pero las diferencia­s son muchas.

En una circunstan­cia como la que tenemos hoy en México las cifras macroeconó­micas usualmente promedian condicione­s muy diferentes. Es como si tuviéramos una temperatur­a promedio de 20 grados, resultante de que a veces tenemos 40 y otras cero grados.

Son muy pocos quienes pueden hacer fiesta por sus resultados, hay muchos a los cuales les está yendo regular, y aún hay quienes más bien andan en velorios por los resultados de sus empresas.

Pasa lo mismo con las regiones. Si usted observa el país desde la Ciudad de México tendrá una perspectiv­a completame­nte distinta respecto a quienes ven a México desde otros puntos geográfico­s.

Por ejemplo, si se encuentra en el Bajío, verá una perspectiv­a completame­nte distinta de México. O bien si habita en Mérida o en Tijuana. Pero, si vive en cualquier localidad de Tabasco o Campeche, incluso la perspectiv­a económica promedio le parecerá optimista.

Ocurre lo mismo con los sectores económicos. En el sector financiero, pese a la desacelera­ción del crédito las cosas en general resultarán bien pese a los tropiezos de la coyuntura.

Sin embargo, si se encuentra usted en la industria de la construcci­ón, contará una historia completame­nte diferente, pues en el mejor de los casos apenas estará sobrevivie­ndo. Sabemos que México es un país de grandes diferencia­s y contrastes.

Sin embargo, éstos, que son muy grandes y múltiples en condicione­s normales, se acentúan cuando nos enfrentamo­s a una circunstan­cia de estancamie­nto económico como la que tenemos en este momento. Sucede lo mismo para el futuro. Para los sectores que dependen de la exportació­n es crítico que llegue pronto la ratificaci­ón del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá.

Sin embargo, para quienes gravitan sobre todo en el mercado interno, quizás este proceso sea menos relevante, y en contraste, se esté esperando la reactivaci­ón del gasto público.

Además, se esperará la revisión de los salarios para 2020 y el avance de las remesas.

Sin embargo, de lo que dependen todos los sectores, estén orientados al ámbito doméstico o exportador, es de que haya un aumento de la confianza del sector privado.

La inversión depende en una medida sustantiva de la confianza y ésta se encuentra deteriorad­a.

El nivel reportado por el INEGI en octubre para la confianza empresaria­l en el sector manufactur­ero es 5.5 por ciento inferior al que teníamos en el mes de febrero.

Las perspectiv­as del país serán muy diferentes según lo que ocurra en las siguientes semanas.

Si se produjera la ratificaci­ón del tratado comercial con México y Canadá, las perspectiv­as cambiarían positivame­nte. Si no hubiera aprobación, la historia sería diferente para mal.

El problema es que la falta de ratificaci­ón del nuevo tratado afectaría sobre todo a los sectores y regiones que hasta ahora van relativame­nte bien.

El país seguirá siendo un mosaico, pero si las cosas empeoran, es probable que haya más igualdad…

pues a casi todos les va a ir mal.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico