Oposición llama a cerrar fronteras en Bolivia; Evo acusa golpismo racista
El líder Luis Fernando Camacho advierte que volverá diario a presionar a Morales
La próxima semana la OEA informará sobre la auditoría de la elección presidencial
Los comités cívicos de Bolivia convocaron a sus seguidores a bloquear las instituciones del Estado y cerrar las fronteras del país, al intensificar la presión para que renuncie el presidente Evo Morales, tras la sospecha de que cometió un fraude electoral para lograr su cuarta reelección en los comicios del pasado 20 de octubre.
En Santa Cruz, la ciudad más poblada, motor agroindustrial del país, es bastión de la oposición a Morales. La región vive 14 días de paro tras las polémicas elecciones presidenciales que dieron la ventaja a Morales en primera vuelta. La radicalización de la medida fue adoptada, luego de que el líder opositor, Luis Fernando Camacho, tuvo que regresar desde el aeropuerto de La Paz a Santa Cruz ante las protestas de partidarios del gobierno, que le impidieron entregar Evo la carta para que firmara su dimisión.
En La Paz y otras ciudades del país, las protestas opositoras continuaban con cortes de rutas en calles, avenidas y actividades comerciales y laborales a medidas por el conflicto que ya se prolonga por tres semanas.
“Diez mil hombres estaban desplegados de un partido político para que un solo hombre no pueda entrar a La Paz. Eso es una muestra clara de miedo”, dijo Camacho. “Por lo tanto, el día de mañana (miércoles) a las dos y media de la tarde retornaré a La Paz y así va a ser va ser todos los días hasta que yo llegue a entrar a palacio de gobierno”, agregó.
La violencia retornó a la capital del país, al enfrentarse con palos y piedras, en medio de la detonación de cargas de dinamita, sectores afines al oficialismo y quienes exigen la renuncia de Evo.
La policía intervino y tendió un cordón de seguridad entre ambos bandos.
Los choques se dieron a un par de cuadras de la plaza Murillo, centro del poder político, que desde hace varios días es resguardado por sectores sociales que defienden al gobierno, como los mineros.
Un grupo numeroso de opositores se enfrentó a los grupos oficialistas llevando banderas bolivianas. No se reportaron heridos graves tras la trifulca.
El opositor y candidato a la presidencia, Carlos Mesa, y Camacho denunciaron, por separado, que Evo está fomentando el odio racial y la violencia contra opositores. Tras una nueva convocatoria de la oposición a la rebelión social , el presidente Morales escribió en su cuenta de Twitter un mensaje en el que agradeció a sus seguidores contra “el golpismo racista”, que intenta violentar la decisión del pueblo.
“Somos un Estado Plurinacional, una familia grande. Podremos tener diferencias, pero eso no justifica el racismo ni la violencia. Defenderemos lo que el pueblo logró con sacrificio. La democracia no termina con el voto; sobre todo, significa trabajar para los más humildes”, aseguró. Además, denunció que los paros impulsados por sectores opositores y de trabajadores son funcionales al “golpe de Estado”, y que los mismos “dañan económicamente al pueblo trabajador”, sobre todo a los independientes, empleados de empresas, gremiales y comerciantes”. En tanto, una comisión técnica de la Organización de Estados Americanos (OEA) sigue con su auditoría electoral a pedido del gobierno y dará a conocer sus resultados la próxima semana.