¿‘MANOTAZO’
No obstante, no dicta que tengan que hacerse cargo por todo lo que publican sus usuarios.
“(La propuesta del presidente de EU) es como un ataque directo a la libertad de expresión. Porque si una persona publicara algo que no fuera del agrado de algún grupo en el poder, podrían recurrir a esta enmienda para no solamente censurar a la persona que está infringiendo la ley, sino acusar de algún delito a las redes sociales”, explicó el experto de la UNAM.
La orden, detalló Trump, “exige nuevas regulaciones para que las compañías de redes sociales que se dedican a censurar cualquier conducta política no puedan mantener su escudo de responsabilidad”.
El texto señala que las protecciones contra demandas solo deben aplicar cuando las firmas actúan de “buena fe” para eliminar o limitar el contenido.
Cualquier remoción o restricción que sea “engañosa o inconsistente con los términos de servicio” no calificaría como de buena fe, ni se quitaría sin “aviso adecuado, explicación razonada o una oportunidad significativa para ser escuchado”.
Justo por esta redacción es que el riesgo también es que esta orden genere más ‘fake news’ en las redes, señaló en entrevista Ana Romualdo, asociada senior de Hogan Lovells.
“Lo que en realidad quiere (Trump) es ‘manga ancha’ para la desinformación, lo disfraza como si las plataformas de verda hicieran censura en línea”, apuntó.
Con los más de 300 millones de usuarios que tiene Twitter y con los 2 mil 600 millones que tiene Facebook, responsabilizar a las compañías por lo que se publique se vuelve una cuestión compleja.
Primero, porque las redes sociales tienen reglas comunitarias que funcionan por región; y segundo, por la capacidad para cuidar todo lo que se publique.
“Sería como pedirle a un gobierno que se hiciera cargo de todos los ciudadanos que hablan mal de otro país”, ejemplifica Vázquez.
En este sentido, Facebook dijo se podría limitar el discurso en línea y que se terminaría castigando a aquellas plataformas que permiten un discurso controvertido.
“Alentará a las plataformas a censurar cualquier expresión que pueda ser ofensiva para otros ”. Twitter dijo a El Financiero que por el momento no tiene comentarios.
Gogle afirmó que sus “plataformas han empoderado a una amplia gama de personas y organizaciones de todo el es pectro político, dándoles una voz y nuevas formas de llegar a sus audiencias. Socavar la Sección 230 de esta manera dañaría la economía de Estados Unidos y su liderazgo global en la libertad de internet”.
Gary Shapiro, presidente de la Asociación de Tecnología del Consumidor estadounidense calificó la orden como “inconstitucional”.
“Las firmas de internet de Estados Unidos lideran el mundo y es increíble que nuestros propios líderes políticos traten de censurarlas con fines políticos”.
POLÍTICA
Con esta medida, el presidente Trump busca aumentar su número de seguidores, pues en año electoral le quiere dar visibilidad a la propuesta de mayor regulación a las compañías digitales, dijo Rubén Darío Vázquez, de la UNAM
Sin embargo, debido a que afectaría mucho a gigantes, “ellos van a cabildear hasta el último momento para evitar que este artículo 230 se modifique”, indicó.
El Departamento de Comercio, en consulta con el fiscal general, sería responsable de solicitar a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés) dentro de l60 días elaborar la nueva regulación.
“Este debate es importante”, dijo el presidente de la FCC, Ajit Pai, en un comunicado. “La FCC revisará cuidadosamente cualquier petición”.
Los grupos de la industria y las libertades civiles que denunciaron la orden como un fin ilegal contra las protecciones de libertad de expresión dijeron que le dio a la FCC poderes que en realidad no tiene.
El fiscal general William Barr dijo que la orden no derogaría la Sección 230.
“Pero se ha extendido y no conozco a nadie en el Capitolio que no esté de acuerdo con que se haya extendido más allá de su intención original”, afirmó. “Creo que esto ayudará a volver al equilibrio correcto”.
Twitter ha sido una herramienta esencial para Trump como político y como presidente, incluso desde sus falsas acusaciones de que el presidente Barack Obama nació en Kenia. Trump, que ha usado la red social para esquivar a la prensa y hablar directamente con sus 80 millones de seguidores, también la ha usado para atacar a opositores, promulgar teorías de conspiración y otra información falsa.
“(La orden ejecutiva) claramente es un berrinche y un manotazo en el escritorio contra Twitter. El problema es que, si pasa, se lleva a todas las redes sociales, incluso a aquellas que le han funcionado a Trump de maravilla. En buena medida, él llegó a la presidencia por todas las historias falsas que circulaban en redes durante las elecciones de 2016”, agregó el experto Vázquez.
EL PRESIDENTE DONALD
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