La refinería “lago Dos Bocas”
Las próximas dos semanas, en los terrenos en donde se construye la refinería de Dos Bocas, estarán completamente inundados por causa de un frente frío muy severo, alentado por el fenómeno conocido como “la Niña”, esto provocará severos retrasos en la construcción, además de que se incrementarán los costos que ahora per sé, ya son un misterio, debido a que de un presupuesto inicial de 50 mil millones de pesos, ha pasado a rangos de 200 mil millones de pesos, que pueden convertirse con el paso de los meses por las complicaciones propias de la construcción y la debacle económica nacional, en 400 mil millones de pesos.
La diputada Soraya Pérez Munguía (PRI) solicitó a la Secretaría de Energía (Sener) instalar un grupo de trabajo, donde participen legisladores, para dar seguimiento permatras nente a la construcción de la refinería de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, ya que se mantiene en la opacidad.
La legisladora presentó un punto de acuerdo para integrar un equipo que permita contar con información oportuna de la Sener y Pemex, instituciones que estarán obligadas a rendir informes del avance físico, financiero y presupuestal del proyecto.
Tendrán que explicar el motivo de los subejercicios en los presupuestos de 2019 y 2020; presentar los estudios de viabilidad y los sobrecostos estimados en la construcción; además, enterar a la opinión pública, respecto a las razones que forzaron a la empresa estadounidense Kellogg Brown and Root (KBR) a abandonar la obra de la refinería de Dos Bocas.
La obra de infraestructura es financiada con recursos públicos, en consecuencia, “los mexicanos tenemos derecho a saber en qué y cómo se invierte el dinero de los contribuyentes; además, es urgente que se hagan públicos los estudios de factibilidad y el costo total de la refinería que, por cierto, el gobierno federal presume va a reactivar la economía mexicana”, insistió la diputada de Tabasco.
La falta de transparencia en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2021, despide un tufillo de sospechosismo, porque la Secretaría de Hacienda y Crédito Público omitió precisar la cantidad exacta de recursos que se destinan a la edificación de “Dos Bocas”.
En el paquete económico existen 11.5 mil millones de pesos, a la filial Pemex Transformación Industrial (Pemex TRI), para programas y proyectos de inversión y a la Subsecretaría de Hidrocarburos se le asignan 45 mil millones de pesos, en Programas Transversales.
“Requerimos que el Ejecutivo federal aclare si estos recursos corresponderán a la nueva refinería de Dos Bocas, y si serán transferidos a Pemex TRI, toda vez que la Secretaría de Energía no es una empresa productiva del Estado”, reclamó Pérez Munguía.
Dos Bocas está condenada al mayor fracaso en obras de infraestructura que gobierno alguno haya realizado, y vaya que hay casos que podrían llevarse las palmas en este terreno, sin embargo, la refinería enfrenta problemas severos de viabilidad y, si llega a concluirse, las gasolinas producidas ahí serán más caras que en los mercados internacionales, esto sin considerar que los combustibles fósiles serán reemplazados por las energías limpias y sustentables. La secretaria de Energía, Rocío Nahle, debería renunciar, aunque algunos le están buscando una salida más digna, que es la gubernatura del estado de Zacatecas, aunque los zacatecanos no tengan culpa alguna de que les vaya a caer la maldición. La obsesión presidencial por construir una refinería que nacerá obsoleta y en la cual los costos rebasarán cualquier presupuesto, por muy sobrado que estuviera, tendrá repercusiones legales en el futuro, de eso no tenga, estimado lector, duda alguna y mientras tanto veremos cómo se anegan nuevamente los terrenos, no solo por las lluvias, sino por las aguas negras de tres municipios aledaños.