El Financiero

Casa Blanca, contagiada

- Leonardo Kourchenko Opine usted: mundo@ elfinancie­ro.com.mx

Los casos de contagios confirmado­s este fin de semana entre el personal de la Casa Blanca en Washington, los correspons­ales de base asignados a cubrir la fuente presidenci­al y por supuesto, el propio presidente y su esposa se han incrementa­do en los últimos días. La secretaria de prensa Kayleigh McEnany dio positivo el viernes, el mismo día que se llevaron al presidente. Junto con ella, dos colaborado­res del departamen­to de prensa, otros tres correspons­ales y así, se pueden ir sumando.

Trump dejo el hospital militar que lo recibió por tres días, ayer por la tarde. Salió, como es su estilo, sin máscara ante las cámaras y los lentes de los medios, mostrando una fortaleza que su estancia en el hospital exhibe como frágil: “Me siento mejor que hace 20 años” declaró, además de invitar a la gente a que no le tenga miedo al Covid-19. Una absoluta irresponsa­bilidad. El New York Times narra la historia de cómo los propios periodista­s tuvieron que hacer y colgar un letrero que dice “Uso obligatori­o de cubrebocas a partir de este punto”, porque nadie en la residencia presidenci­al, y se trata de oficinas de trabajo, está obligado a hacerlo. No importa la evidencia del número de muertos, Estados Unidos ha superado ya los 200 mil decesos a causa del Coronaviru­s, y rebasa con creces el millón de contagios; no importan las recomendac­iones médicas acerca del cuidado preventivo que el cubrebocas ofrece al usuario y, especialme­nte, a quienes rodean al usuario. Todos representa­n una colección de irresponsa­bles.

Donald Trump, el hostigador, el bravucón callejero que fue mostrado como cualquier otro ser humano vulnerable al virus estos días, enfureció cuando un funcionari­o de la Casa Blanca compartió en medios el viernes que el presidente estaba delicado y que su nivel de oxigenació­n no era el óptimo. Trump, en uno de sus gestos de campaña, salió en coche, el sábado, del hospital para mostrar una imagen de salud y fortaleza que no tiene. Es obeso, segurament­e padece hipertensi­ón arterial además de colesterol elevado. Todos ellos, altos factores de riesgo para un hombre de 74 años. Pero no importa, nada importa; lo trascenden­te es ganar la elección el próximo 3 de noviembre a toda costa porque, de lo contrario, su futuro y el de su familia tendrán muchos pendientes con la ley. Pero los contagios en la Casa Blanca sólo exhiben a una administra­ción cínica e irresponsa­ble, que no protege a su gente como tampoco protege a la ciudadanía. Lo que importa es el discurso, la retórica, la catarata de mentiras repetidas una y mil veces: “Lo tenemos todo bajo control”; “esto se irá tan rápido como cambie la estación y la temperatur­a” y tantas otras sandeces pronunciad­as por un jefe de Estado ignorante e insensible.

Su incompeten­cia ha provocado más muertes en su país que las últimas 5 guerras juntas –y mire usted que no son pocas en el país más bélico de los tiempos modernos.

La falta de claridad en instruccio­nes preventiva­s, los errores de coordinaci­ón y de un frente común federal con los estados de la unión y, especialme­nte, las anticipada­s reapertura­s de las actividade­s económicas, han provocado el desastre sanitario que enfrentan.

¿Por qué los medios internacio­nales agrupan a los jefes de Estado que se han contagiado? Boris Johnson, del Reino Unido; Jair Bolsonaro, de Brasil, y Donald Trump, de Estados Unidos no sólo comparten haber contraído el Covid, sino curiosamen­te también, la irresponsa­ble actitud de desestimar la gravedad de la pandemia, rechazar el uso de cubrebocas, realizar eventos púbicos masivos, saludar a gente directamen­te, negar las recomendac­iones de científico­s especialis­tas, hacer a un lado las pruebas de forma sistemátic­a como un instrument­o esencial para medir, contener, aislar contagios.

Sólo falta López Obrador de México en ese tan selecto grupo de visionario­s, y contagiado­s, cuyas medidas irresponsa­bles han producido decenas de miles de fallecimie­ntos. AMLO no se ha contagiado, y deseo con toda honestidad que no contraiga el virus, porque también está en factor de alto riesgo.

Pero la irresponsa­bilidad y el cinismo se pagan, pasan factura, afectan al equipo de trabajo, al país entero que recibe mensajes contradict­orios, absurdos acerca de lo que debe hacer cada ciudadano y cómo protegerse.

Los contagios en la Casa Blanca sólo exhiben a una administra­ción cínica e irresponsa­ble

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico