¿Cómo amaneció Cancún?

Cancún es un monstruo, una turbina que succiona divisas de felices paseantes y aún en este mal año, su aeropuerto recibe tantos pasajeros como los que llegan a Los Cabos y Puerto Vallarta juntos y en días buenos... sin Covid-19.

Esta madrugada el balneario quintanarroense enfrenta otro monstruo que debe irse de ahí como a las 10 de la mañana, si mantiene su velocidad. Se llama Delta, llega como categoría 4 y su ojo barre la playa unos 40 kilómetros al sur, sobre Puerto Morelos, partiendo la costa de Quintana Roo, después de que una tormenta llamada Gamma empapó la Península desde el viernes. De ahí, avanzará a la velocidad de un ciclista hasta llegar a la zona cercana a Las Coloradas, en Yucatán, unas 12 horas después. Afortunadamente, este huracán cae en pandemia, me dijo Roberto Cintrón, habitante de Cancún desde 1983 y presidente de la asociación local de hoteleros. Si fueran días normales habría que resguardar a unos 120 mil turistas.

Ayer, unos 40 mil huéspedes de hoteles fueron dirigidos desde la tarde del martes a escuelas preparadas como refugio para estos impactos desde hace 30 años.

Pero Cintrón estima que otros 20 mil estarán a su suerte en inmuebles rentados a través de Airbnb, que todavía ayer ofrecía casas y departamentos para hospedar a una pareja en la zona por precios que empezaban en mil 181 pesos por noche, comenzando hoy la pernocta. ¿Avisos sobre huracán en la zona? Nada de eso en la conocida app.

Pocos soportan la tentación de conocer o visitar de nuevo esta costa maya, pero la economía local viene a la baja desde hace un año. Desde antes del inicio de la pandemia Quintana Roo enfrenta una recesión económica. ¿El problema? Antes de que llegara el Covid-19, estaba centrado en una fuerte caída en la producción local de alimentos, de acuerdo con datos del Inegi. Ahora, parece caer todo. Cancún tiene números envidiables: en pleno 2020 aterrizan pasajeros a un ritmo de 420 por hora. Más de 2 millones 100 mil pasajeros extranjeros arribaron durante los primeros siete meses del año. Vamos, a la enorme Ciudad de México apenas llegó la mitad de ese contingente. Pero aún esos números sorprendentes resultan deprimentes para esa zona peninsular. Son casi 60 por ciento menores que el año pasado, de acuerdo con la Sectur.

La empresa de Fernando Chico Pardo que controla los aeropuertos de la región perdió 30 por ciento de su valor en lo que va del año.

Quienes compran las acciones de Asur a un precio rebajado pueden argumentar que la empresa perdió más de la mitad de sus ingresos en un año, pero también pesa sobre la compañía la intención del presidente Andrés Manuel López Obrador de desarrollar el esperado aeropuerto de Tulum vinculado con el proyecto de un Tren Maya, que podría derivar en competencia para la empresa de Chico Pardo, si este último no logra ganar una eventual concesión de esa estación. Otro al pendiente de Cancún y la vecina Riviera Maya es Borja Escalada, un hábil empresario que creció con inversiones en energías renovables y hoy es director general de RLH properties.

Esta empresa adquirió el año pasado los hoteles de la española OHL en Quintana Roo. La compañía controla el Rosewood Mayakoba; el Fairmont Mayakoba; el Banyan Tree Mayakoba y el Andaz Mayakoba, entre otros bienes.

RLH acumula en nueve meses una depreciación del 24 por ciento en la Bolsa Mexicana de Valores, vinculada también con una baja de 17 por ciento en sus ingresos de este atípico 2020. Es en esta circunstancia que llegan los vientos de casi 200 kilómetros por hora del huracán Delta, que ante la incipiente recuperación que mostraba el turismo peninsular, resultan una pésima noticia, admiten los hoteleros locales.

La situación puede compararse con la de Wilma en 2005, salvo por una importante diferencia, advierte Cintrón: el de este año al menos avanza más rápido, el de hace 15 se estacionó casi todo un día y destruyó buena parte de los recibidores de los hoteles. Ojalá que Delta no merezca mal recuerdo.

“Cancun enfrenta otro monstruo que debe irse de ahí como a las 10 de la mañana, si mantiene su velocidad”

Director General de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero