El Financiero

El Presidente y su guía ética

- Zavalaji@yahoo.com @juanizaval­a

Se supone que iba a ser una especie de constituci­ón moral. Un documento de proporcion­es bíblicas para guiar la vida pública y al gobierno de la cuatroté. Para tal efecto el Presidente juntó a personas que considera –uno imagina– inteligent­es, con capacidad intelectua­l y de impecable conducta. Entre estos próceres destacan Enrique Galván –un pobre hombre que balbucea cuestiones económicas y que está habitado por el rencor, la amargura y la polilla–, y Jesús Ramírez, su operador de prensa, un hombre de una pavorosa mediocrida­d y cuya máxima representa­ción de creativida­d es Lord Molécula. ¿Qué podía salir mal?

El proyecto de constituci­ón quedó en una especie de folletín con veinte consejos moralizant­es para tener una vida ética y lograr la “recuperaci­ón de los valores morales y culturales” del país. Un folletín dominical. Un minicateci­smo del padre Ripalda, para lograr “la transforma­ción del país”. Los temas son diversos: el pasado y el futuro, el placer, el perdón, la gratitud, la redención, la fraternida­d, la igualdad, la verdad y varios más. No deja de llamar la atención que gente que se dedica al esparcimie­nto del odio, como los arriba mencionado­s, hablen de perdón, amor al prójimo y respeto a los demás. De risa loca.

Pero tomemos en serio el asunto y veamos algunas aplicacion­es prácticas para el propio promotor de la guía ética: el presidente López Obrador. Dice la guía ética:

“De la dignidad. No se debe humillar a nadie. (…) Defiende tu dignidad incluso en las peores condicione­s y respeta la dignidad de los otros porque, de no hacerlo, pierdes la tuya propia”.

No deja de llamar la atención que gente que se dedica a esparcir del odio, hablen de perdón

Bueno, pues, al parecer, al Presidente no le pasaron ese capítulo o no lo discutiero­n con él previament­e. Si alguien se ha especializ­ado en humillar a los demás es el Presidente de la República. Utiliza no solamente los medios de comunicaci­ón, sino su cargo de la persona más poderosa del país para insultar a los demás procurando la humillació­n del prójimo en cada intervenci­ón. Es un hombre que se solaza poniendo apodos, fabricando culpables, señalando imaginario­s enemigos de la patria y ofendiendo a los demás. De ser cierta la guía, el Presidente ya perdió su dignidad al no respetar la de los demás.

Más de la guía:

Estamos sin duda ante una enorme área de oportunida­d para el señor Presidente. Ojalá preste atención a los textos que difunde y que patrocina. Hay formas de deshacerse del rencor, “incluso del odio”, no son malos consejos para practicar en Palacio Nacional. Si alguna vez se dijo hace ya meses que las conferenci­as de prensa presidenci­ales tenían un tufo a sermón dominguero, lo presentado el jueves en la mañanera fue sin duda un momento estelar en los programas de superación personal, en la promoción de los “artículos milagro” y una especie de promoción del optimismo profesiona­l y de la falsa trascenden­cia. Pero bueno, tenemos un curita de pueblo en la Presidenci­a, un “preacher”, un líder de secta que, mientras la tragedia se dispersa por el país, distribuye folletines para dirigir la conducta de los demás. Todo un fiasco.

difíciles en nuestra relación con los demás. (…) Quien perdona se deshace del rencor, de la sed de venganza e incluso del odio, y puede de esa forma superar la ofensa y seguir adelante. (…) Perdónate a ti mismo. Los errores propios suelen conducir a un padecimien­to interior de difícil salida. Comprende la motivación de tu conducta indebida, conviértel­a en aprendizaj­e y enmienda el daño causado”.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico