Feliz Mundo Nuevo
No es solamente un año nuevo. En este 2021 comienza un mundo nuevo, nuevas reglas.
Joe Biden será presidente de Estados Unidos en unos días y él iniciará, en posible detrimento del petróleo, una carrera hacia la generación de energía limpia. Acelerará la competencia tecnológica y económica con China, mientras Europa estrenará modelo compacto sin el Reino Unido y Rusia intenta provocar tropiezos entre casi todos.
Es el escenario político y económico.
Los países que vacunan más rápido a su gente escaparán del atasco en el que los metió la pandemia. Los más lentos se rezagarán dramáticamente.
¿Y acá en el barrio? Quienes viven en México tienen derecho a rechazar lo que eso les deja. Las vacunas van muy lentas. Los trabajos hoy aquí prometen poco. Quienes buscan una, pueden elegir o rechazar plazas en un gobierno que deliberadamente reduce sueldos y se achica; descartar o tomar trabajos en fábricas que atienden la demanda de Estados Unidos, pero que pagan lo menos posible para compepolíticos; tir con el resto de la manufactura que también quiere vender pantallas o coches en ese país; en bancos cuyos directivos prometen sumar, pero que en corto se paralizan y muestran pánico ante decisiones y propuestas de en hoteles, aerolíneas y restaurantes que no tienen para cuándo regresar a días buenos; en Pemex o CFE cuyos oscuros sindicatos avanzan, mientras las autoridades bloquean opciones; o en el comercio también mal pagado, pero que sí camina, particularmente el electrónico, en el que los nacionales son superados por los estadounidenses de Amazon y Walmart o los argentinos de Mercado Libre.
No parece haber una puerta que prometa emociones y todo eso traerá presiones sociales en países como México. Pero quien observe detalladamente encontrará una salida. Mientras la democracia política parece perder lugar en el mundo, otro tipo de democratización aumenta rápidamente su tamaño.
En febrero de 2020, Microsoft, la empresa dirigida por Satya Nadella, anunció una decisión en la Ciudad de México, durante una conferencia matutina presidencial.
Enrique Perezyera, líder de esa empresa en México, cargaba la noticia de una nueva inversión de mil 100 millones de dólares por parte de un corporativo que duplica los ingresos que tiene Facebook. El monto de la apuesta en México equivale casi al 6 por ciento de lo que Microsoft invirtió durante 2020 en todo el mundo.
La intención de la empresa fundada por Bill Gates es simple: ustedes cada vez suben más información a internet, lo quieran o no. Cada segundo que pasan leyendo este texto y el lugar en el que pondrán el dedo al cerrar la página e ir a otro sitio de Internet es registrado en la “nube”, conformada por edificios que guardan absolutamente todo lo que hacen cuando navegan, hacen una junta en Zoom o Teams... o ven Netflix. Cobrar por guardar esa información es negocio. Esos datos son útiles para saber quiénes son ustedes y los otros 120 millones de mexicanos. Valiosos para entender qué les gusta y lo que pueden comprar.
Eso es solo mientras usan el teléfono, pero algunos ya utilizan además relojes –que entregan datos sobre sus latidos y pasos– o televisiones “smart”, unos cuantos ya tienen Alexa, que les permite leer una receta mientras escuchan música. Todo lo que hacen queda registrado en la nube y las empresas lo administran mediante inteligencia artificial.
Microsoft aumentará esa dinámica y el tamaño de su nube en México con la inversión revelada el año pasado.
Ya construye tres edificios en el país. Microsoft no revela su ubicación por seguridad. Desde ahí atenderán el registro de información de toda la región cercana a México.
Eso también democratiza el acceso a datos y a la creación de empresas que resuelvan problemas en Latinoamérica. ¿Cómo pueden sacar ustedes provecho? Podrían buscar en Google lo que hacen los Innovation Labs en el Instituto Tecnológico de Tuxtla o la Universidad Veracruzana.
Estos tienen a 22 mil estudiantes preparándose dentro del proyecto armado por Microsoft dentro del mismo plan anunciado en febrero. Su meta es de un millón de graduados y ahora replican el programa en países como Grecia.
“Hace 15 años México perdió una oportunidad en el boom del outsourcing, India tenía los programas. Ahora estamos en el marco de una ola de inteligencia artificial”, me dijo Gabriel Andrada, director de operaciones de Microsoft en México, quien advierte que el gobierno apoya la iniciativa. Eso resume una oportunidad poco vista... en este mundo nuevo.
Director General de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero