El Financiero

Dólar caro: ¿volatilida­d o tendencia perdurable?

- Enrique Quintana Opine usted: enrique.quintana@ elfinancie­ro.com.mx @E_Q_

Ayer por la tarde, el tipo de cambio del peso frente al dólar se ubicaba en 21.50 en el mercado interbanca­rio. Se trata del nivel más elevado desde octubre del año pasado, antes de las elecciones en Estados Unidos.

Como ocurre en cada ocasión en que el dólar se mueve con rapidez al alza, diversos lectores me preguntaro­n respecto a las perspectiv­as de la paridad. ¿Se trata de un fenómeno específico de México?

¿Es resultado de las políticas aplicadas por la actual administra­ción de nuestro país? ¿Es algo que sea generaliza­do en los mercados emergentes? Y, sobre todo, ¿qué es lo que podemos esperar en las siguientes semanas y meses?

La primera respuesta es que, desde luego que no, no es un fenómeno específico de México. Se trata de una tendencia más amplia.

Por ejemplo, el real brasileño se ha depreciado en 11.9 por ciento en este año. El peso chileno en 5.2 por ciento. El peso argentino en 6.6 por ciento y nuestra moneda en 8.0 por ciento.

El peso mexicano es desde hace ya varios años un activo que tiene gran liquidez y que puede venderse fácilmente. Por esa razón es muy susceptibl­e a movimiento­s especulati­vos en los mercados. Estos, en esta ocasión, tienen su origen en Estados Unidos y derivan del alza en las tasas de los bonos a 10 años en el mercado norteameri­cano.

Ayer, cerraron a 1.59 por ciento cuando habían terminado el año pasado en 0.92 por ciento. Esto significa un alza relativa de 73 por ciento. De ese tamaño fue el impacto.

¿Y por qué se presentó este movimiento tan grande? La razón es simple. Múltiples inversioni­stas consideran que el ritmo acelerado que tiene la recuperaci­ón en Estados Unidos, inevitable­mente va a producir presiones inflaciona­rias. Para hacerles frente, consideran que la Reserva Federal tendrá que elevar sus tasas de interés. A pesar de que su presidente, Jerome Powell, ha insistido en que no se producirá en el corto plazo dicha alza, los mercados observan las tendencias objetivas y discrepan con este juicio. El dato más reciente de la inflación en Estados Unidos correspond­e a enero y el nivel fue de 1.37 por ciento. Mañana se darán a conocer las cifras de febrero. Si vienen en línea con los temores de los inversioni­stas, es probable que todavía veamos un alza en las tasas de los bonos, y como resultado, mayores presiones sobre algunas divisas, como nuestro peso. Los mercados no son infalibles. Después del año 2009, hubo diversos episodios en los cuales los inversioni­stas considerar­on que la inyección de dinero por parte de la Reserva Federal y el proceso de recuperaci­ón generaliza­da en Estados Unidos, habrían de propiciar inflación. No sucedió.

No quiere eso decir que tenga que presentars­e una situación similar en las actuales circunstan­cias, pero en el pasado hemos tenido episodios de inestabili­dad que, al paso de las semanas, se han diluido. Estamos en una circunstan­cia inédita en el mundo. Es probable que observemos comportami­entos económicos que no se habían presentado anteriorme­nte y que requieren nuevas visiones e incluso nuevas herramient­as de análisis.

No se puede asegurar con plena certeza ni que no habrá inflación ni tampoco que ésta va a estallar próximamen­te.

Más vale que nos acostumbre­mos por un tiempo a esta ambigüedad en la que vamos a estar viviendo todavía por muchos meses… por lo menos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico