“No somos un partido”, dicen a AMLO; “me atacan”, revira
usó un inhibidor de drones”, explicó. Pero la violencia estuvo presente en toda la marcha, incluso antes de su inicio, en el Monumento a la Revolución. La Policía acusó que hubo hombres infiltrados y negó el uso de gas lacrimógeno como acusaron algunas manifestantes. Y es que para entonces ya se habían registrado destrozos y pintas en las estaciones San Cosme, Revolución e Hidalgo del Metro; en esta última hubo una riña que derivó en la agresión y detención de cuatro fotoperiodistas. Este hecho propició una investigación al interior de la Policía que apunta a la sanción de agentes implicados. Afuera de la estación, en la esquina de Hidalgo y Reforma, las mujeres policía encapsularon a unas 30 manifestantes, integrantes de la Red Rompe el Miedo, que iban armadas con palos, varillas y petardos, y quienes ya se enfilaban con actitud violenta hacia el Zócalo. Rompieron los cristales de la estación Hidalgo. También hicieron destrozos en el hotel Hilton, y edificios públicos como el de Correos o el Antiguo Palacio del Ayuntamiento. Frente al Monumento a la Revolución y a Bellas Artes rompieron vallas de madera a martillazos. Entre las mujeres que no iban con actitud violenta persistieron las consignas contra las políticas de gobierno ante la violencia de género, y por casos específicos como el de Félix Salgado Macedonio. “Un violador no será gobernador”, gritaban. La marcha que inició pasada la una de la tarde, concluyó hacia las 19:00 horas.
La jornada de protestas comenzó en internet. Minutos antes de que diera inicio la conferencia matutina, aparecieron los primeros reclamos a la Federación por una estrategia que no ha logrado impedir que en
México 11 mujeres sean asesinadas cada día, o que cada cuatro minutos una mujer sea violada, y contra el “desdén” de la Presidencia. Organizaciones feministas, comunicadoras, periodistas, académicas, artistas, escritoras, investigadoras, estudiantes, mujeres y hombres exigieron al presidente