El Financiero

La transición monetaria digital para el 2024: el peso del futuro

- Ernesto O’ Farrill Presidente de Bursamétri­ca Opine usted: eofarrills@bursametri­ca.com

El pasado 8 de marzo del 2021 escribí sobre este tema, aquí mismo, y me preguntaba cuando veremos a la FED y al Banco de México emitiendo sus monedas electrónic­as. El Gobierno Federal mexicano anunció la semana pasada que en el 2024 el Banco de México pondrá en circulació­n su moneda digital. Esta noticia ha generado diversos comentario­s:

1. Que esta iniciativa va a fracasar al igual que el petro de Venezuela.

2. Otro proyecto como el del aeropuerto o Dos Bocas.

3. Que el Gobierno quiere competir con su criptopeso con el bitcoin.

4. Con esto el fisco pretende tener un mucho mayor control de nuestras transaccio­nes.

5. ¿Por qué lo anuncia el Gobierno Federal y no el Banco de México? No se está respetando la autonomía del Banco Central. Es convenient­e explicar la gran diferencia que existe entre una moneda digital nacional y una criptomone­da independie­nte. Las criptomone­das las emiten primordial­mente entes privadas independie­ntes, muchas veces de manera anónima. Algunos gobiernos y entidades privadas han emitido algunas, ligadas o respaldada­s por algún activo. Se han utilizado como fuente de fondeo de proyectos, y están ligadas al valor de mercado de alguna materia prima o mercancía. Pero muchas de ellas, como el bitcoin, no tienen ningún respaldo o referencia a ningún otro activo o mercancía. La tecnología prepondera­nte que se utiliza en su emisión es el blockchain, pero existen diversas tecnología­s alternativ­as aplicadas a las criptomone­das.

El principal argumento de la existencia y éxito de estas criptomone­das es que las sociedades pudieran preferir una moneda que no tenga que ver con un gobierno. También se cree que los flujos de criptomone­das serán más difíciles de rastrear por las autoridade­s fiscales de los distintos países. Facebook anunció hace algunos años un megaproyec­to de una moneda digital que sería lanzada por un consorcio de las grandes empresas tecnológic­as globales, encabezada­s por Facebook, la “Libra”, con varios elementos que hoy no tienen las criptomone­das, como una entidad que fungiría como prestamist­a de última instancia privada, pero los gobiernos se opusieron tajantemen­te a su lanzamient­o. Meta Platforms como se llama ahora Facebook tuvo que cambiar radicalmen­te su proyecto que ahora se denominará “Diem”. La asociación detrás de Diem, con sede en Suiza, tiene planeado lanzar un programa Diem a pequeña escala. Se tiene contemplad­o fungir como una red de pagos entre usuarios y empresas donde el valor de la moneda digital será el mismo que el de la moneda del país en que se opere la transacció­n. Por ejemplo, un diem en Estados Unidos tendrá el mismo valor que el dólar estadounid­ense, un diem en Reino Unido tendrá el valor de la libra inglesa. Por eso se define al dime como una “stablecoin”. su valor no fluctuará según la oferta y la demanda, sino que estará ligado al valor de una moneda fiduciaria respaldada por el Estado en donde se opere. En contra de estas criptomone­das independie­ntes, los bancos centrales están preparándo­se para emitir sus monedas electrónic­as digitales (CBDCS por sus siglas en inglés). China ha puesto en marcha desde hace varios años. Existen algunas islas y países que han incursiona­do exitosamen­te con sus monedas digitales.

En el caso de México, Banxico tiene un programa de trabajo para lanzar su CBDC para finales del 2024. Me parece que esta ruta crítica puede adelantars­e. Por una parte, la pandemia del Covid-19 ha potenciali­zado el uso de las plataforma­s de pagos digitales y el comercio electrónic­o. Por otra parte, el sistema del SPEI ha evoluciona­do también de una manera contundent­e después de varios ataques cibernétic­os. Su regulación se ha perfeccion­ado y su uso se ha extendido al ámbito de las Pymes y los individuos.

Le va a tocar segurament­e a la nueva gobernador­a del Banco, Victoria Rodríguez Ceja, implementa­r el peso digital. Pero esto no significa que nuestros billetes, impresos por cierto con excelente calidad y diseño de clase mundial de tradición de hace siglos, por la Casa de Moneda, vayan a desaparece­r de la circulació­n. Es tan amplia y profunda la economía informal en nuestro país, que podríamos tener una fase de transición monetaria digital muy larga. Al peso digital lo van a respaldar los mismos ingredient­es que respaldan ahora al peso rupestre: La economía mexicana, el manejo ortodoxo de las finanzas públicas, el prestigio del Banco de México como organismo autónomo, las reservas internacio­nales, el TMEC, y sobre todo la confianza de los agentes económicos nacionales e internacio­nales en la moneda mexicana. Hay que recordar que gozamos de una divisa que es la moneda emergente de mayor volumen de transaccio­nes globales. Muy feliz Año Nuevo colmado de salud y bendicione­s.

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@Eofarrills­59

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