Crece apoyo a violencia antigubernamental
Uno de cada tres cree que ataques contra autoridades se justifican en ocasiones
En vísperas del primer aniversario de la invasión al Capitolio, el 6 de enero, por simpatizantes de Donald Trump, una proporción inédita de estadounidenses justifica la violencia antigubernamental como un método legítimo de acción política, en medio de nuevas revelaciones del papel que jugaron el expresidente y su familia antes, durante y después del incidente.
Uno de cada tres estadounidenses cree que la violencia contra las autoridades se justifica en diversas ocasiones, lo que representa un incremento de 11 puntos porcentuales en relación con la percepción pública sobre el tema en 2014 y 24 puntos porcentuales más alta que en 2010, de acuerdo con un sondeo de The Washington Post y la Universidad de Maryland.
Se trata de un nivel sin precedentes al ejercicio de la violencia política en general y, en particular, a la invasión del 6 de enero, el peor ataque a las instituciones políticas de Estados Unidos desde que las fuerzas británicas quemaron el Capitolio en 1814. Aunque 62 por ciento de los estadounidenses coincide en que la violencia contra el gobierno nunca es justificable, la cifra marca un descenso de la opinión pública sobre el tema desde la década de 1990, cuando más del 90 por ciento de la población rechazaba el ejercicio de la violencia como un arma política legítima.
Más aún, la proporción de estadounidenses que apoyan la violencia asciende a 40 por ciento de quienes se identifican como “republicanos” y 41 por ciento en el caso de los “independientes”. Sólo 23 por ciento de los demócratas se declaró partidario del uso de la violencia.
En este marco, miembros del Comité Selecto del Congreso que investiga la invasión del Capitolio revelaron que Ivanka Trump, la hija del entonces presidente, apeló a su padre para intervenir a fin de detener la irrupción violenta de sus simpatizantes. La republicana Liz Cheney dijo a la cadena ABC que Ivanka le pidió a su padre: “Por favor, detén la violencia”. Trump evitó hacer cualquier pronunciamiento al inicio del incidente. La Casa Blanca buscaba descarrilar el proceso legislativo que se realizaba el 6 de enero en el Capitolio para certificar el triunfo del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020. Eventualmente, el entonces presidente intervino, pero una vez que sus simpatizantes ya habían penetrado el Congreso.