Perfil crediticio de Veracruz mejora en los últimos años
La deuda de Veracruz, el tercer estado más grande del país, ha sido bien evaluada recientemente por Fitch y Moody’s, ya que la primera le ratificó la calificación de largo plazo en escala nacional en ‘Bbb+(mex)’ y modificó la perspectiva de la calificación a positiva desde estable, en tanto que la segunda le dio un perfil crediticio de A-mx estable, al considerar que pese a las presiones derivadas de la pandemia el Estado logró mantener la recaudación de ingresos propios.
Moody’s consideró que la entidad se benefició durante 2021 de ingresos extraordinarios relacionados con la liquidación de créditos fiscales, permitiendo al Estado absorber una desaceleración importante en los recursos provenientes de las participaciones federales. Fitch destacó que la perspectiva positiva refleja la posibilidad de que la calificación suba en la próxima revisión que realice.
El titular de finanzas de Veracruz destacó las notas crediticias.
También hace unas semanas HR Ratings ratificó su nota ‘BBB+’ y modificó la perspectiva de deuda del Estado de estable a positiva. El secretario de Finanzas de Veracruz, José Luis Lima Franco, destacó que durante los tres años recientes las calificadoras han venido mejorando el perfil crediticio de la entidad en sus evaluaciones.
“Estas calificaciones son producto del orden, transparencia y disciplina financiera con la que se manejan los recursos en el Estado”, expresó. Moody’s, subrayó que la perspectiva estable de la calificación de Veracruz ref leja la expectativa de que el Estado continuará registrando superávits operativos y sólidos niveles de liquidez. También refleja la expectativa de que la entidad seguirá reduciendo gradualmente las cuentas de orden y adeudos acumulados en períodos anteriores, reduciendo la incertidumbre sobre contingencias acumuladas en ejercicios anteriores. Añadió que podría elevar la calificación si Veracruz logra mantener balances operativos positivos y mayores a lo esperado, una fuerte posición de liquidez y niveles de endeudamiento estables, con una dependencia cada vez menor en deuda de corto plazo, mientras continúa depurando las cuentas de orden y otros adeudos.