Ofrecen 5 mdp por el Chueco, presunto sicario de Los Salazar
Otro padre presente en la escena revela que el criminal le pidió que lo confesara
El gobierno de Chihuahua ofrece una recompensa de 5 millones de pesos a quien aporte información, útil y veraz, que lleve a la detención de José Noriel Portillo Gil, el Chueco, presunto asesino de dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas, en una iglesia de Cerocahui, en Urique. Roberto Javier Fierro Duarte, fiscal general del estado, dijo que a este sujeto, de 30 años, se le imputan los delitos de homicidio y delincuencia organizada, además de ser el probable responsable del triple crimen del lunes 20 de junio en la iglesia de la comunidad.
“No vamos a claudicar en la lucha contra la impunidad y estamos empleando todos los recursos para esclarecer los hechos”, enfatizó el funcionario al aclarar que la recompensa ofrecida es la más grande en la historia de Chihuahua. Informó que los trabajos y las acciones efectuadas en los operativos conjuntos con autoridades federales han permitido obtener datos importantes. “Sin embargo, la participación de la ciudadanía es vital para lograr la pronta ubicación del presunto generador de violencia”.
Dijo que cualquier información sobre el Chueco se recibirá al teléfono 614 429 3300, extensión 11457; 089 (denuncia anónima); 911, o bien en la página pasaeldato.gob. mx o al correo electrónico recompensasfge@chihuahua.gob.mx.
Según las investigaciones y testigos, el homicidio de los curas Javier Campos, de 79 años, y Joaquín César Mora, de 80 años, así como del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma, ocurrió al mediodía del lunes. Gustavo Sánchez, vocero de la Arquidiócesis de Chihuahua, dijo que identificado como líder de brazo armado del estuvo largo rato con el cura Jesús Reyes. Según los relatos, en el templo había cinco sacerdotes; tres fueron al altar al escuchar disparos.
El fiscal Fierro relató que el guía de turistas llegó golpeado a la iglesia. Escapaba del Chueco. Sin embargo, fue alcanzado y abatido a tiros dentro del templo.
El padre Joaquín lo vio sin vida y quiso darle los santos óleos, momento en que fue atacado a tiros; el padre Javier trató de intervenir, pero también fue asesinado. El padre Jesús Reyes esperaba un final similar, pero quedó sorprendido cuando el sicario se hincó frente a él y le dijo que quería confesar sus pecados. Tras casi una hora el asesinó huyó y se llevó los cuerpos. Fierro Duarte confirmó que previo a estos hechos, el Chueco secuestró y asesinó a dos hermanos, no cuatro personas como se dijo en principio, por diferencias en un partido de beisbol.
el Chueco, Los Salazar, Cártel de Sinaloa,