El Financiero

La crisis que las ciudades no quieren ver

- Pedro Kumamoto @pkumamoto

Es momento de derribar la creencia de que es en el futuro cuando sufriremos las consecuenc­ias de nuestra inacción ambiental. Aunque esto sea en parte cierto, la realidad es que los problemas ambientale­s ya están generando consecuenc­ias en el presente, poniendo a ciudades de todas partes del mundo contra las cuerdas.

La crisis climática está afectando directamen­te la habitabili­dad de las ciudades, al desarrollo económico, la salud de las personas, y ha generado muchos otros problemas relacionad­os con nuestra realidad más inmediata. Casos como el de la crisis de escasez de agua en Nuevo León ponen sobre la mesa la importanci­a de que los gobiernos cuenten con una agenda ambiental seria y de largo plazo, que les permita tomar acciones concretas para garantizar un uso racional y sustentabl­e de nuestros recursos, poniendo siempre por delante las necesidade­s básicas de las personas y sus derechos humanos como condición mínima para vivir una vida digna. Y si bien este caso es el más comentado actualment­e, ninguna de las otras regiones de México es ajena a los problemas del agua: en Jalisco,el año pasado hubo escasez en más de 200 zonas del Área Metropolit­ana de Guadalajar­a, y en Chihuahua, la falta de este recurso ha generado como respuesta inestabili­dad y conflicto social.

Aunque el agua es un problema en distintas partes del país y del mundo, no es el único problema ambiental que está afectando a las ciudades. Este mes, por ejemplo, una ola de calor ha azotado varios países europeos, registrand­o temperatur­as de alrededor de 40ºc y provocando múltiples incendios y más de mil muertes, tan solo en la península ibérica. En la ciudad de Londres el calor llegó a tal nivel, que en el aeropuerto de Luton el asfalto de las pistas de aterrizaje se comenzó a derretir.

En el caso de mi ciudad, el Área Metropolit­ana de Guadalajar­a, uno de los problemas principale­s son los incendios forestales que, junto con la expansión desmedida de la mancha urbana, han provocado que el número de árboles en la ciudad se reduzca drásticame­nte. Esta situación debe preocuparn­os porque comienza a afectar aspectos de nuestra vida cotidiana, como la calidad del aire, la devastació­n de nuestras reservas naturales, y actividade­s tan básicas como caminar por la ciudad, pues ya no hay árboles que den sombra.

Para quienes ocupamos espacios de representa­ción política, quedarnos con los brazos cruzados no es opción. Aunque existe cierta resistenci­a al cambio por parte de grupos de poder indolentes frente a esta realidad, hay acciones particular­es que pueden contribuir a resolver problemas mucho más amplios. Frente a este desafío, es claro que no debemos soltar esta agenda y que debemos apostar por la construcci­ón de propuestas estratégic­as que logren el mayor avance posible en la lucha contra la crisis climática y contra la vieja política que decide ignorar la exigencia de esta generación.

Aunque reconozco la urgencia de tomar acciones contundent­es que modifiquen nuestra relación con el ambiente, como transitar hacia un modelo integral de gestión del agua respetando su ciclo, acciones tan aparenteme­nte simples como lograr que se invierta una mayor cantidad de recursos en plantar más árboles, puede generar muchos beneficios. Como lo comentaba en la anterior edición de esta columna, contar con más árboles ayuda a reducir la temperatur­a en las ciudades, disminuyen­do así el consumo eléctrico en aire acondicion­ado y ventilador, permitiend­o la infiltraci­ón del agua de lluvia en el subterráne­o, y dando sombra para caminar, generando así múltiples impactos positivos tanto en el ambiente como en la calidad de vida de una ciudad.

Una sola acción, como plantar árboles, puede desencaden­ar muchos beneficios. Este es un ejemplo de cómo ajustar las prioridade­s desde los gobiernos tan solo un poco, puede generar consecuenc­ias más importante­s de lo que imaginamos.

Es por eso que la semana pasada lanzamos una convocator­ia para orientar a grupos vecinales en la arborizaci­ón de la ciudad, convocator­ia, que por cierto, ha recibido cientas de respuestas de personas dispuestas a capacitars­e para contribuir a que haya más árboles en Guadalajar­a. Aunque seguiré abordando esta agenda en futuras colaboraci­ones tengo que remarcar la importanci­a de comenzar a actuar hoy, porque tanto el futuro como el presente de esta generación dependen de ello.

“apostar por la construcci­ón de propuestas estratégic­as (...) contra la vieja política que ignora la exigencia de esta generación.”

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico