Se adelantan los destapes en Edomex
La idea es que los partidos políticos que buscan ganar la elección de gobernador en el Estado de México, encarezcan en sus pretensiones en estos momentos, ya sea para ser considerados como parte de una coalición política o caminar solos, aun con los riesgos que ello implica. Estamos en momentos de definiciones ante la elección más importante que hay en el país, la de la entidad mexiquense, luego de la presidencial, por contar con el padrón electoral más grande del territorio nacional; por ello, los liderazgos de los partidos políticos saben que es el momento más importante para vender caro su amor, tanto en prebendas, concesiones, recursos económicos, salvoconductos, activación o congelamiento de procesos judiciales y un largo etcétera.
Desde los partidos considerados satélites como el PRD, PT y el PVEM, hasta los grandotes como el PAN, PRI, e incluso Morena, se dan a desear por todos para ser considerados en las alianzas políticas-electorales que se están gestando en la víspera del destape de Delfina Gómez como candidata de Morena para suceder al gobernador Alfredo del Mazo. Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, se cuece aparte y no porque sea especial, sino porque efectivamente se mantiene ajeno a ser parte de alguna alianza política, además del posible 10 por ciento de votos que ya traen en la buchaca.
Tal como ocurre a nivel nacional, el bloque oficialista conformado por Morena, PVEM y PT se mantendrá cohesionado en la elección de Edomex, a pesar de los amagos y fintas que despliegan los Verdes, quienes vociferan a los cuatro vientos que irán solos en esos comicios, aunque todos sabemos que cuando el fiel de la balanza alce la voz, se mantendrán sumisos a su proyecto político. En la alianza opositora, ocurre algo similar; los tres partidos que la conforman, PAN, PRI y PRD, un día amenazan con ir solos con sus respectivos y propios candidatos y en otro momento, declaran que están en negociaciones para mantener la coalición; y luego, la militancia de esos partidos descalifican a sus actuales dirigentes, los cual complican aún más las cosas en momentos que se requieren definiciones.
Lo cierto, hasta este momento, es que los tiempos del destape en tierras mexiquenses se han adelantado porque así lo dispuso el presidente López Obrador con el dedazo a favor de Delfina Gómez y que se hará oficial el próximo 10 de agosto.
Hay que recordar que en ese estado, debido a la ortodoxia y disciplina del PRI que ha prevalecido hasta el 2017, los tiempos del destape los marcaba el gobernador priista en turno y este fijaba como fecha entre enero y febrero del año en que se iba a efectuar la elección. Es decir, si siguiera predominando esa regla no escrita del código priista, el destape, ahora en 2022, de la candidata de ese partido tendría que ser hasta febrero de 2023, empero, el gobernador Alfredo del Mazo tendrá que adelantarlo a más tardar para septiembre de este año, so pena de quedar rezagado ante la candidata morenista.
En tiempos de Alfredo del Mazo González, padre del actual gobernador, el destape ocurrió en febrero, como el de Mario Ramón Beteta. Con Emilio Chuayffet, sucedió en enero de 1993 y el de
Arturo Montiel, el 31 de enero de 1999.
El destape de Enrique Peña Nieto fue a finales de enero de 2005.
Como se aprecia, si el actual jefe del Ejecutivo estatal mexiquense quiere ganar la elección debe considerar dos elementos fundamentales: el primero, por supuesto, es elegir bien a su sucesora que se definirá entre Ana Lilia Herrera y Alejandra del Moral; la segunda consideración es escoger el mejor momento para destaparla y como ya lo dijimos, no debe pasar de septiembre de este año. Claro, los ordenamientos legales electorales del Estado de México señalan puntualmente que los partidos políticos deben tener candidatos a la gubernatura en el primer trimestre del próximo año, pero si Morena y el mismo presidente de la República se pasan por el arco del triunfo la ley, a sus adversarios políticos no les queda otra que hacer los mismo, si es que quieren ser competitivos.
Por supuesto, no investirán a los candidatos con ese apelativo, sino que les inventarán un cargo que les permita recorrer la entidad sin limitación legal alguna.