¿Inflación a la baja?
Desde el 16 de junio los mercados de renta variable en Estados Unidos han presentado un fuerte rebote borrando el 50 por ciento de las pérdidas acumuladas en lo que va del año. Se han ligado nueve semanas consecutivas de alzas en los principales indicadores bursátiles en ese país. Diversos agentes del mercado comienzan a cuestionar si estamos en el inicio de un nuevo mercado de alza (bull market) o bien se trata de un rally en medio de un mercado de baja (bear market).
En un inicio, el alza en los principales indicadores bursátiles estuvo motivada por las valuaciones tan bajas que se llegaron a presentar, originando compras de oportunidad. Sin embargo, más recientemente el mayor apetito por estos activos considerados de riesgo, está basado en la corrección de un exceso de pesimismo en el que se han venido desvaneciendo las probabilidades de presenciar un escenario catastrófico en Estados Unidos, que auguraba que regresaríamos a la temida década de los años 70 con una elevada inflación
Directora de Análisis y Estrategia en y bajo crecimiento económico que podría durar varios años.
Datos recientes de la economía estadounidense señalan que el tercer trimestre del año ha iniciado con fuerza, en esobservar pecial del sector servicios, que representa la mayor parte de la demanda agregada. Además el último reporte de empleo sorprendió positivamente, evidencia que aún no hay un deterioro en la economía real. Por otro lado, el último dato de inflación en Estados Unidos sorprendió a la baja situándose en 8.5 por ciento, desacelerándose en mayor magnitud que lo anticipado. Pese a que la cifra sigue siendo bastante elevada considerando el objetivo de la Reserva Federal, para muchos significó que la inflación ha alcanzado un punto de inflexión y que comenzará a descender de manera consistente hacia adelante. La desinflación registrada en el mes de julio en Estados Unidos obedece a la caída en los elevados precios de los energéticos, particularmente las gasolinas. También fueron visibles dinámicas de desaceleración en los precios del componente subyacente, señal de que las presiones inflacionarias se han moderado en general.
Sin embargo, pese al renovado optimismo de los mercados, pareciera que aún se encuentra vigente un escenario de recesión. Las posibilidades de ver un aterrizaje suave en la economía americana son menores considerando todos
“... pese al renovado optimismo de los mercados, pareciera que aún se encuentra vigente un escenario de recesión (en EU)”
“La piedra angular que marcará las posibilidades de un escenario recesivo será la trayectoria de la inflación”
los factores que han originado una inflación que se ha acelerado en vertical. Pareciera que hay una serie de indicadores confusos en la economía, luego de haber presenciado choques sin precedentes, donde la economía estadounidense se ha recuperado por completo de la recesión del Covid, pero presenta ciertos excesos. La gran interrogante que surge es si la Reserva Federal será capaz de lograr corregir los desequilibrios en el mercado de trabajo con la restricción monetaria puesta en marcha meses atrás.
Aproximadamente cuatro puntos porcentuales de la inflación provienen de choques consecutivos de oferta y demanda originados por la pandemia y el conflicto bélico, en los que se espera que se desvanezcan en los próximos doce meses. Pero la inflación se podría quedar estructuralmente anclada en un nivel superior al que quisiera la Reserva Federal. Los riesgos de presenciar una dinámica compleja en los salarios (en especial por las apretadas condiciones del mercado laboral) y en las rentas podrían ocasionar que la inflación no descienda tan rápido como esperan la Fed y los mercados. Considerando que los mecanismos de transmisión y el horizonte en el que hace efecto la política monetaria, a la Fed no le deberían de bastar una o dos señales positivas para “relajar” el paso.
La piedra angular que marcará las posibilidades de un escenario recesivo será la trayectoria de inflación. Si la inflación para el 2023 refleja la inercia del mercado laboral, habrá que seguir apretando las condiciones monetarias más allá de lo pensado. El escenario aún es de incertidumbre, por lo que habrá que navegar con cautela.