El Financiero

Economía con soberanía

- Luis Wertman Comisionad­o del Servicio de Protección Federal Opine usted: opinion@elfinancie­ro.com.mx @Luiswertma­n

Mientras la inflación atempera su ascenso (lo que no será inmediato), la crisis energética parece que se recrudecer­á conforme avancemos hacia el próximo invierno y las reservas de gas y petróleo con las que cuenta Europa sean insuficien­tes para garantizar un servicio oportuno a sus poblacione­s.

Sería, espero que no, el invierno más crudo en la historia reciente, uno que seguirá al aumento histórico de la temperatur­a y a una sequía persistent­e que afectará la producción de alimentos y volverá a presionar los costos en detrimento de millones de personas.

¿Estamos ante un círculo vicioso inflaciona­rio? Todavía no, pero la reorganiza­ción del mercado de la energía, después del inicio del conflicto en Ucrania, ha sido lenta y poco eficiente, por lo que los gobiernos de las diferentes naciones afectadas están previendo recortes, campañas de racionamie­nto y un posible conflicto social, justo cuando el nivel de la inflación cedería.

Eso significa que, aunque los precios se moderen, la percepción del consumidor será negativa ante los inconvenie­ntes que enfrentará en su vida diaria. Una noticia que provocará un contagio en los mercados y una nueva ola de incertidum­bre que tendrá como ingredient­e adicional las elecciones intermedia­s en los Estados Unidos.

Para efectos de nuestro país, la producción de combustibl­es y un avance en la autosufici­encia de alimentos básicos, generaría una reacción “contracícl­ica” que no se había visto desde hace cuatro décadas; la misma que ya experiment­amos cuando el PIB creció aquí y en Estados Unidos cayó a límites de recesión técnica.

No es poco que se haya roto el mito de la gripe en el norte, que provoca irremediab­lemente una pulmonía en el sur, y que fue un mantra de administra­ciones hacendaria­s del pasado para actuar sacrifican­do el crecimient­o.

Uno de los efectos de la soberanía es precisamen­te que las condicione­s externas adversas afecten en menor proporción, porque se cuenta con recursos propios para atender necesidade­s básicas. Estamos en una época en la que el libre comercio y la autosufici­encia deben entrar en equilibrio, transforma­ndo completame­nte el modelo económico que teníamos por seguro.

Eso no es una mala noticia; sin embargo, las herramient­as económicas y la forma de medir el bienestar, deberán adaptarse a circunstan­cias inéditas o sustituirs­e por otras que mantengan un pulso fiel de lo que ocurre en la realidad de sociedades que siguen afectadas por brechas de desigualda­d que no distinguen entre naciones desarrolla­das o en proceso de estarlo.

En ese sentido, no habrá cambios en el rumbo de la disciplina económica general y tampoco deben esperarse modificaci­ones sustancial­es al T-MEC. Los mercados juzgan a los gobiernos por sus hechos, no por sus dichos, y los primeros confirman que hay una política financiera que sigue girando en torno al comercio entre los tres socios de ese instrument­o. Lo demás es ruido para jugar a la especulaci­ón, que tiende a ser un negocio de corto plazo, aunque con buenas ganancias para quienes engañan a los que se dejan engañar.

Sí habrá una reafirmaci­ón de esa soberanía ganada en cuatro años de inversión pública para el rescate de las empresas estatales productora­s de energía y de las entidades responsabl­es de la distribuci­ón de alimentos básicos.

Pero en eso se basa el poder de negociació­n de las naciones, en su capacidad de contar con recursos que les den independen­cia de factores externos que no pueden controlars­e y establecer condicione­s de intercambi­o comercial en donde haya equidad entre las partes.

Eso es construir una economía soberana, que protege sectores estratégic­os que aportan margen de maniobra para lograr un trato justo, porque es entre iguales, cuando llega el momento de dialogar sobre condicione­s, plazos y cláusulas.

En un nuevo orden económico mundial como el que estamos viviendo, la economía con soberanía será la nueva fórmula para naciones que, como la nuestra, desean pasar a una siguiente etapa de desarrollo.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico