El futuro somos nosotras
Según el último estudio de Mckinsey sobre paridad de género, debido a la pandemia, a México le va a costar alrededor de 100 años alcanzar la paridad de género. Las mujeres estamos subrepresentadas en casi todos los niveles y en casi todas las industrias. Y no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Simplemente darse cuenta de esto no es suficiente, ya que aún se necesitan esfuerzos a largo plazo por parte de los actores de todas las industrias para abordar este problema. La desigualdad de género existe en muchos rincones de la sociedad, pero no debería haberla en la industria de las criptomonedas, ya que uno de sus valores originales es crear un sistema inclusivo e igualitario que sea accesible para todas.
Pero hoy la realidad es distinta. Más del 70 por ciento de todas las criptomonedas son propiedad de hombres, lo que significa que las mujeres ocupan solo el 30 por ciento de todas las criptomonedas. Este no es solo el caso de las inversiones en criptomonedas. Históricamente, ha habido una brecha de género entre hombres y mujeres cuando se trata de invertir.
No es ningún secreto que el sistema financiero actual deja atrás a muchas personas. En muchas partes del mundo, el acceso, el sesgo de género y las leyes y regulaciones restrictivas imponen barreras adicionales a la capacidad de las mujeres para abrir una cuenta bancaria, obtener un préstamo, poseer tierras o iniciar sus propios negocios.
Las bases del por qué existen las criptomonedas es para crear un sistema financiero abierto para el mundo: impulsado por un conjunto de creencias sobre lo que ese sistema permitirá, incluida una mayor innovación, igualdad de oportunidades y libertad económica a todos.
Pero el hecho de que haya menos mujeres en el espacio de las criptomonedas no significa que las mujeres sean malas manejando las criptomonedas. Esta industria lleva existiendo solo 14 años. Acaba de empezar y está en constante crecimiento y adopción.
Según un último estudio de la empresa Blockfi, dentro del universo de las mujeres que han invertido encontró que una de cada 10 mujeres eligió las criptomonedas como su primera inversión, con el 17 por ciento de las mujeres millennial y el 11 por ciento de las mujeres de la Generación Z.
“El acceso, el sesgo de género y las leyes y regulaciones restrictivas imponen barreras”
Cripto incluso ha inspirado a los nuevos Gen-xers a invertir, con un 7 por ciento convirtiéndolo en su primera inversión.
Este estudio también revela que muchas mujeres están buscando en los mercados de cripto para hacer su primera inversión. Y aunque es más probable que las generaciones más jóvenes nativas digitales adopten las criptomonedas, la Generación X y los Baby Boomers también están abiertos a participar. Estamos en una nueva era en la que el dinero se mueve tan rápido, se intercambia por información, por educación, por entretenimiento y sin interrupciones que se vuelve cada vez más imperativo que las mujeres puedan acceder a los recursos financieros.
El empoderamiento financiero es una parte importante de cripto. Hoy en México hay un gran esfuerzo colectivo como grupos como el de Metagals creado por mujeres para cerrar esta brecha, educarnos y ayudarnos entre nosotras.
Las criptomonedas realmente están ampliando el alcance y la escala de lo que las mujeres creen que pueden hacer con el dinero. Pero es difícil ser lo que no podemos ver.
Para reclamar una participación en esta nueva frontera, las mujeres debemos de ser parte de la conversación hoy.