Reputación y talento: una gestión simultánea que involucra a los CEOS
El activo intangible más valioso de una empresa es su reputación. Gestionar el prestigio permitirá construir puentes con la sociedad, refrendar la licencia social y atraer talento, el cual es clave para crecer.
La reputación corporativa es el conjunto de percepciones emitidas por los grupos de interés –o stakeholders– que debe ocupar a las compañías en generar estrategias que mejoren su credibilidad y confianza, a través de acciones y comunicación asertiva.
De las empresas que operan en México, el 80% de la gestión reputacional recae en las áreas de Comunicación, Relaciones Públicas, Asuntos Corporativos y/o Relaciones Institucionales, de acuerdo con el estudio Gestión de la Reputación Corporativa en México: Evolución y Alcances (2015 - 2022) .
La reputación corporativa no se trata únicamente de lo que una organización proyecta hacia el exterior, sino que comienza a construirse desde una visión interior.
Uno de los mejores ejemplos es el salario emocional, factor imprescindible para obtener estabilidad dentro del panorama actual. Éste desarrolla y promueve el balance entre los valores de la empresa y los de sus colaboradores, así como sus comportamientos dentro y fuera de la compañía.
“El impacto tiene que ver con cómo se comportan y qué tipo de colaboradores tienes y, si no eres una empresa atractiva que comparte valores con los mejores empleados posibles, no los vas a atraer y no vas a poder, por ende, tener los mejores productos, servicios y el mejor comportamiento, es una cadena virtuosa”, dice Ricardo Capilla, CEO de Airbus.
De no gestionar el talento, habrá escasez de éste y el costo a pagar por las empresas será de 8.5 billones de dólares en ingresos anuales, a partir del 2030, equivalente a ocho veces la economía de México, de acuerdo con la consultora Korn Ferry .
RETENCIÓN Y ATRACCIÓN DEL TALENTO, EL RETO
El entorno empresarial vive un momento de incertidumbre respecto a la fuga de talento, una realidad que impacta directamente la productividad de los negocios.
El 70% de la fuerza laboral está abierta a nuevos empleos y, cerca de un tercio de las personas jóvenes con actividad laboral (28% de los millennials y el 32% de la generación Z), busca mejores oportunidades de manera continua, detalla el Reporte Workmonitor, de Randstad .
Dicho reporte da a conocer que cerca de 47% de los empleados en América Latina ha cambiado de trabajo debido a que no encaja con su estilo de vida. Lo cual contrasta con lo que pasa en América del Norte, donde esta condición solo se da en 29% de los colaboradores.
Es aquí cuando la gestión del talento reluce. Las empresas que se mantuvieron cerca de sus colaboradores durante el confinamiento, aquellas que extendieron apoyo, brindaron flexibilidad e incluso invirtieron en el desarrollo y bienestar de su plantilla, fueron las más resilientes al finalizar los picos pandémicos.
“El haber actuado de forma solidaria con los colaboradores, haber protegido sus empleos, el haberlos apoyado en cuestión de salud emocional está pagando en términos de reputación como empleador, el ser solidario con los colaboradores y también con los clientes”, resalta Sergio
Hernández, presidente y CEO de CIAL Dun & Bradstreet en México.
CLAVES HACIA EL FUTURO
Más allá de ser una característica importante para atraer y retener talento, una buena reputación es necesaria para la correcta operación, para abrir nuevas oportunidades de negocio y la búsqueda de mejores resultados.
Ante la necesidad de estabilidad al interior de las compañías, misma que blindará los embates desde el exterior, crece la importancia de una impecable gestión de los colaboradores y el talento, que será relevante para mitigar las turbulencias del ecosistema moderno.
Sin colaboradores satisfechos, la reputación empresarial está expuesta a constantes riesgos.
Directora del Grupo de Comunicación Corporativa y Reputación de Jeffreygroup México. “Cuando un colaborador está en sintonía, a gusto con los valores y las oportunidades recibidas, se genera un ganar-ganar”
“La reputación corporativa no se trata únicamente de lo que una organización proyecta hacia el exterior”