Llama Woldenberg a todos los legisladores a defender democracia
“México viviría conflictos innecesarios e interminables si las normas electorales no son producto del consenso”, advierte El expresidente del IFE acusa que el gobierno quiere destruir lo edificado en años
Cerca de un millón de personas, según cifras de organizadores, congregó la marea de la democracia que salió a las calles en el país, y cuya concentración en la Ciudad de México sumó al menos 200 mil personas, que buscan no regresar a un “autoritarismo ciego” con la reforma electoral impulsada por el Ejecutivo.
Ayer, a las 11:51 horas, casi una hora después de que salió el contingente del Ángel de la Independencia, José Woldenberg, primer consejero del Instituto Federal Electoral, tomó el micrófono como único orador en representación de la marcha #ELINENOSETOCA.
“Buena parte de lo edificado se quiere destruir desde el gobierno”, expresó frente al Monumento a la Revolución, que en su parte frontal hacia Reforma lució lleno, casi en su mayoría por personas con prendas rosas, color del Instituto Nacional Electoral (INE).
Recordó que de 1988 a 2014 se han realizado ocho reformas electorales, con resultados a la vista.
“Fue necesario edificar autoridades electorales autónomas, tribunales capaces de desahogar la aguda conflictividad, construir condiciones equitativas de la competencia, puertas para las distintas corrientes políticas que cristalizaron en partidos…nos acostumbramos a la diversidad, a las contiendas competidas, a las alternancias en los Ejecutivos, a los Congresos plurales y a los mecanismos de diálogo”.
Por ello, la reforma electoral “significa una agresión a las instituciones existentes y a la posibilidad de procesar nuestra vida política en formato democrático. México no puede regresar a una institución alineada con el gobierno, incapaz de garantizar la imparcialidad”.
El hoy presidente del Instituto de Estudios para la Transición Democrática sostuvo: “Decimos no a la destrucción del INE, no a la destrucción de los institutos locales, no a la destrucción de los tribunales locales, no a la pretensión de alinear a los órganos electorales a la voluntad del gobierno, no al autoritarismo, sí a la democracia, sí a un México democrático”.
Dado que la reforma plantea desaparecer los organismos públicos electorales locales, destacó que México no puede centralizar los procesos electorales en dos instituciones “descomunales”.
Desde la última reforma electoral –ejemplificó– se han disputado 55 mil 336 cargos de elección popular, de los cuales 55 fueron gubernaturas, 93 legislaturas y 5 mil ayuntamientos. El año pasado, agregó, los institutos estatales registraron 275 mil candidatos locales.
“¿Con tales números es posible centralizar ese universo político en una sola institución? Por eso, México no puede deshacerse sin contemplaciones del entramado electoral”.
Sobre todo si proviene de una reforma impulsa por “una sola voluntad”, por importante que ésta sea.
“México no puede ni debe trasladar el padrón electoral a otra insti
tución, porque el INE ha cumplido con creces con un listado confiable… México viviría conflictos innecesarios, interminables y costosos si las normas electorales no son producto del consenso”, advirtió.
Además, destacó las diferentes formas de pensar en México. “Sólo desde el autoritarismo más ciego se puede aspirar a homogeneizar esa riqueza de expresiones”, criticó.
El vocero de la movilización hizo una petición a los legisladores. “A todos, sin exclusiones ni excepciones, a que defiendan lo edificado en materia democrática y no conduzcan a nuestro país a una etapa venturosamente superada”.
Previo a la llegada de Woldenberg, quien se retrasó por el “éxito” de la marcha y tuvieron que abrirle espacio, el perredista Fernando Belaunzarán