Una ola rosa inunda Paseo de la Reforma
Antes de la hora pactada, incluso antes de llegar al punto de partida, ya había iniciado todo. Una marea rosa inundó la Ciudad de México.
Los ciudadanos iban rumbo al Ángel de la Independencia para participar en la marcha a favor del Instituto Nacional Electoral (INE), y en contra de la reforma electoral del presidente López Obrador.
Se suponía que la marcha iniciaría a las 10:30 horas. Sin embargo, la gente ya no cabía en la glorieta del Ángel y empezó a avanzar. “Fueron más de 200 mil”, aseguró el político y organizador de la marcha, Fernando Belaunzarán, al concluir.
A lo largo del camino las tiendas y restaurantes estaban abiertos. No había granaderos y nadie se quería confrontar con nadie. El objetivo era marchar y dejar en claro las consignas por las que se reunieron.
“¡El INE no se toca!”, “¡yo defiendo al INE!” y “México, México”, gritaban. La defensa del INE, la democracia y el amor por su país retumban a cada paso.
A la altura del Monumento a Cuauhtémoc, frente al Senado, un grupo de ocho personas buscó enfrentarse con la marcha. “¡Corruptos!”, “¡muera el INE!”, “¡sí a la reforma!”, eran sus consignas.
Una barricada rosa se formó entre ambos grupos. “Avancen, no caigan en provocaciones”, le pedían a los asistentes, que respondían a los gritos con un mensaje claro: “A eso vine, a defender al INE”.
Leonor Fernández, una de las asistentes, le dijo a El Financiero que lo más importante era “pedirle al Presidente que gobierne, él vino a gobernar para todos y no a sembrar el odio que ha sembrado”.
También estuvo presente Miguel Hidalgo; un ciudadano que se disfrazó del héroe de la Independencia, que insistió en que estaba aquí para exigir democracia, rechazando los sistemas autoritarios.
“Quiero que México sea un país libre, independiente y democrático. Por eso estoy aquí, para defender al INE”, afirmó mientras sostenía un estandarte de la Virgen de Guadalupe en una mano y unas cadenas en la otra.
Ya en el Monumento a la Revolución, donde se le pondría el punto final a la marcha, se veía a un México con ganas de defender la democracia. Una de las asistentes lo dejó muy claro, “llevo tantos años marchando, y ahora no me lo van a quitar”.
El himno nacional selló el evento. Con el signo de la paz en alto se despidieron los miles asistentes de la marcha en contra de la destrucción del INE.