Fracaso en Qatar
Esperar tanto tiempo, cuatro años, para padecer el fracaso de la Selección Mexicana de futbol en la justa mundialista de Qatar, por la mezquindad de los dueños de los equipos de primera división, que en aras de la rentabilidad a corto plazo, se inclinan por extranjerizar a la Liga MX, cerrando con ello la posibilidad de surgimiento de figuras nacionales.
La escasez de jugadores mexicanos de calidad, se debe precisamente a que son casi nulas las posibilidades de los muchachos canteranos de llegar al primer equipo y luego tener las oportunidades para mostrar su calidad.
Así que, si alguien se sorprende de que la Selección Mexicana presenta una generación de jugadores viejos que, si bien todavía tienen calidad, no es la necesaria para catapultar al combinado nacional a sortear el quinto partido, es porque a los jóvenes mexicanos los aplasta el malinchismo.
Y luego la obstinación por mantener como entrenador a Gerardo Martino, el “Tata”, quien la mitad del proceso de su ‘reinado’ —2 años — se la pasó atendiendo su estado de salud en su natal Argentina y con visitas esporádicas a México para dirigir a la selección.
El “Tata” arrastra una estela de malos resultados por lo menos en año y medio y, sin embargo, no ha modificado su parado en el campo y menos a los seleccionados que convoca.
En la conformación de la selección nacional se aprecia que Martino tiene sus consentidos y que sus filias y fobias predominaron sobre la calidad de varios jugadores que merecían estar en la lista final, como Carlos Vela, Javier Hernández “Chicharito”, el “Chaquito” Giménez o Sebastián Córdova, entre otros; en cambio, mantiene a jugadores que ya vivieron sus mejores momentos o de plano incorporó a un jugador extranjero nacionalizado mexicano, Rogelio Funes Mori, que no tiene los tamaños para jugar en la Selección porque hay otros mexicanos de más calidad como Santiago Giménez.
Entonces, estamos ante el coctel molotov perfecto para presagiar el fracaso, es seguro que la Selección Mexicana no pasará incluso de la etapa de grupos y no por culpa de los jugadores, sino por ser enviados al matadero sin la posibilidad de explotar sus mejores cualidades mediante un planteamiento técnico y táctico para alcanzar la victoria.
Todos sabemos que el primer partido contra Polonia es definitivo para abrir el camino hacia la clasificación, empero, con la debilidad que presenta la defensiva nacional con centrales y portero sin grandes habilidades para frenar a uno de los mejores delanteros del mundo, Robert Lewandowski, pues el resultado es de pronóstico adverso.
La obstinación del “Tata” por mantener a Raúl Jiménez en la Selección, no obstante de no estar en condiciones óptimas para jugar, es otro elemento que anuncia la precaria cosecha de goles y no porque Henry Martín no pueda con el paquete, sino porque en el esquema ofensivo del entrenador no tiene grandes posibilidades de éxito un centro delantero como el americanista.
Ojalá me equivoque y que la calidad de Hirving “Chuky“Lozano, Edson Álvarez, Luis Chávez, Erick Gutiérrez, Alexis Vega, incluso de Héctor Herrera, Andrés Guardado o Guillermo Ochoa, saquen adelante a la escuadra verde a pesar de Martino, aunque esa posibilidad es remota.
Luego, viene Argentina con Messi y aunque los argentinos no tendrán un día de campo, pues la derrota es previsible.
Al final toca contra Arabia Saudita, pero con México eliminado merced a dos derrotas anteriores, pues solo será un partido para cubrir el expediente.
Vendrá el enojo de los aficionados y el reclamo del propio gobierno, al que no le conviene el fracaso del Tri en el Mundial de Qatar, porque es mejor mantener al pueblo entretenido y contento.
Serán los dueños de los equipos señalados, como culpables de la derrota, al tiempo de que se nombraran nuevos responsables de la Selección en lugar de Yon de Luisa y Jaime Ordiales, así como a un nuevo técnico nacional y con ello, esperar otros cuatro años para ver si se llega al lejano quinto partido, aunque como atenuante diremos que el Mundial del 2026 se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá.
El futbol profesional visto como un factor relevante de inclusión social y de opciones de desarrollo económico, amén de que el deporte es una parte fundamental para encauzar a la juventud por el “buen camino”, debe ser supervisado por las instancias gubernamentales, aunque luego de ver a los titulares de la SEP y de la Conade, a lo mejor esta idea no sería conveniente implementarla ahora, sino hasta que se vayan Leticia Ramírez y Ana Gabriela Guevara.