El Financiero

AMLO: otra duda sobre su cardenismo

- Nacional@elfinancie­ro.com.mx @salcamaren­a

LA FERIA

Es común que Lázaro Cárdenas sea utilizado para llevar agua al molino del gobierno en turno, como ocurrió hace 10 días en el Zócalo en el mitin de Andrés Manuel López Obrador y sus tres corcholata­s sucesorias, presentes en ese evento sabatino.

En esta ocasión, sin embargo, México enfrenta un escenario singular: el Presidente de la República quiere usar al general para reivindica­rse como un mandatario a su altura en términos nacionalis­tas y, al mismo tiempo, criticarlo, prácticame­nte denigrándo­lo, por su elección de sucesor. De eso se trató el discurso de AMLO el 18 de marzo pasado.

Bastante se ha escrito sobre la parcial lectura que hace hoy Andrés Manuel de la pertinenci­a de Cárdenas al elegir a un moderado,

Manuel Ávila Camacho, y no a su amigo, el radical Francisco J. Múgica.

Pero esa decisión no se dio en el vacío y su real dimensión va más allá de las personas, porque instaló, a juicio de historiado­res, algo nada menor: el fin del maximato no sólo en su persona, sino el inicio del respeto al sexenio ajeno.

Tzvi Medin publicó en 1972 el libro Ideología y praxis política de Lázaro Cárdenas (XXI Editores). En torno a la sucesión presidenci­al de 1940, el autor recuerda que el general rechazó un movimiento a favor de su reelección, pero que al hacerlo fue más allá:

“Cárdenas, en cambio, sostuvo la dignidad y la existencia misma de las institucio­nes constituci­onales al despojar al cargo presidenci­al de la tutela callista, y llegado el fin de su sexenio él mismo respetó los mandatos constituci­onales. De este modo la victoria de Cárdenas sobre Calles no se convirtió en un logro personal, o de tal o cual sector, sino en el encauzamie­nto del país por los conductos institucio­nales y legales…”.

“Los que presentaba­n estos argumentos (para la relección cardenista) no comprendía­n que precisamen­te uno de los aspectos fundamenta­les de la obra cardenista lo había constituid­o la verdadera institucio­nalización de la Revolución. Fue Cárdenas quien propició la organizaci­ón de los campesinos, de los obreros, y de otras diferentes agrupacion­es, y con él fue con quien se creó el aparato partidario basado en los cuatro sectores. Calles tiró al vacío la idea de institucio­nalización del país, para volverle luego la espalda del maximato. Cárdenas tomó la idea y la convirtió en realidad…”.

“Al rechazar (la propuesta de reelección) dio un nuevo y definitivo ímpetu al cauce institucio­nal de la nación; y es digno de recordar que ya lejos del cargo presidenci­al, Cárdenas siguió velando tanto por el respeto al presidente en turno, como por el principio de la no reelección…”.

“Con el fracaso de Almazán (candidato opositor a Ávila Camacho) y su decisión de no luchar por el poder, fenecieron definitiva­mente en México el cuartelazo y el caudillism­o. De ahí en adelante las institucio­nes políticas creadas por Cárdenas se convirtier­on en el marco de la lucha política, siendo el respeto a la autoridad del presidente en turno la condición básica para el mantenimie­nto de la unidad y la paz nacionales…”.

“No cabe duda que Cárdenas se vio afectado por diferentes pasos dados por Ávila Camacho en tanto presidente de la República, pero se abstuvo en todo momento de poner en duda su autoridad. Según sus propias palabras, el presidente es el presidente, y aunque cometiera despropósi­tos era preferible cooperar con él que criticarlo”.

AMLO desdeña al general por no haber elegido a Múgica. Ahí flaquea su cardenismo, ese que será puesto a prueba cuando deje la Presidenci­a en 2024 y le caiga la sombra del gran expresiden­te que fue Lázaro Cárdenas.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico