Chapitos se atribuyen los secuestros; no hay guerra en Sinaloa, aseguran
Dice que levantones fueron en contra de quienes secuestran, roban y extorsionan
La ciudad de Culiacán, Sinaloa, fue “tapizada” ayer con narcomantas presuntamente firmadas por Iván Archivaldo Guzmán, hijo del Chapo Guzmán y líder de Los Chapitos.
Para las autoridades federales las narcomantas podrían ser una reivindicación del secuestro de 66 personas (ocho de las cuales siguen desaparecidas), y advertencia a grupos contrarios y población en general.
En los mensajes se acusa a cuatro personas, entre ellos un agente de la Fiscalía General de la República, de ser parte de un grupo que se dedica al robo, secuestro, extorsión y cobro de piso.
Señala que en Sinaloa “no hay guerra” y luego advierte: “Esto le va pasar a todos los rateros de Sinaloa para que sientan lo que sienten las familias cuando se meten a robar sus casas, a invadir su privacidad”.
Además, dice a familiares de pre
suntos criminales que no se alinean a los designios de la organización de Sinaloa: “Evite pasar un mal rato y denuncien cualquier acto de esa índole. ATTE: IAG”, menciona el texto.
Y es que tras el secuestro masivo se especuló que se trataba del resultado de la disputa entre las diversas facciones del Cártel de Sinaloa (Chapitos, Mayo Zambada y Guanos).
Fue alrededor de las 6:00 horas cuando se colocaron las mantas en diversos puentes peatonales de Culiacán.
En tanto, Rubén Rocha, gobernador de Sinaloa, llamó a los ciudadanos a no tener miedo y disfrutar de las vacaciones de Semana Santa.
“No tengan miedo, el gobierno está para cuidarlos, vamos a darles no solamente protección sino condiciones”, dijo el mandatario local en un video.
“Disfruten las vacaciones en sana paz, Sinaloa es un estado tranquilo donde juntos hemos construido un estado de paz; para eso son las vacaciones, para disfrutarlas”, agregó.
En tanto, el obispo de Culiacán, Jesús José Herrera Quiñones, convocó a la comunidad católica a tener presente en sus oraciones a quienes sufrieron y sufren los estragos de los hechos del 22 de marzo cuando 66 personas fueron secuestradas, ocho de las cuales no han sido localizadas.
Pidió que, al iniciar la Semana Santa, se intensifique la oración y en todas sus misas y actos litúrgicos se tengan presentes en sus peticiones para que “el Señor nos conceda el don de la paz para nuestra ciudad y el pronto retorno a casa de quienes han sido privados de su libertad”.
El clérigo celebró la misa de renovación de las promesas sacerdotales y la bendición de los santos óleos en el marco de la Semana Santa.