Scholz visita a Xi para buscar piso parejo para empresas alemanas
El canciller busca también incidir en el conflicto entre Rusia y Ucrania
El canciller alemán, Olaf Scholz, llegó a China en una visita de tres días centrada en la relación económica cada vez más tensa entre ambos países y las diferencias respecto de la invasión rusa de Ucrania.
El primer destino de Scholz fue el centro industrial de Chongqing, donde visitó, junto con su comitiva de ministros y líderes empresariales, una empresa parcialmente financiada por Alemania y otros sitios en la gran ciudad, que es una base de producción para la industria automotriz y otras industrias de China.
Scholz también tiene previsto visitar el centro financiero de Shanghái, antes de viajar a la capital, Pekín, para reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro Li Qiang.
Empresas alemanas como BMW y Volkswagen dependen, en gran medida, del mercado chino, pero el apoyo de Pekín a Rusia ha creado fricciones con Occidente.
La economía alemana se ha beneficiado de la demanda china de inversiones y productos manufacturados, desde automóviles hasta productos químicos, pero esos lazos se han desgastado en medio de una creciente competencia de las empresas chinas y regulaciones más estrictas. También se ha culpado a la interferencia política de la fuerte caída de la inversión extranjera.
Las empresas alemanas han argumentado que enfrentan barreras de mercado injustas en China y el gobierno ha impulsado una política de “eliminación de riesgos” a fin de reducir la dependencia del mercado y de los proveedores chinos.
“China continúa siendo un importante socio económico”, dijo Scholz el viernes a periodistas, agregando que intentaría nivelar el terreno de juego para las empresas alemanas en el gigante asiático.
En el plano geopolítico, Scholz intentará convencer al presidente Xi de usar su influencia para contener a su par ruso, Vladímir Putin, y ayudar a poner fin a la guerra rusa en Ucrania.
“Dadas las relaciones cercanas entre China y Rusia, el gobierno chino tiene la posibilidad de influenciar a Rusia”, indicó una fuente del gobierno alemán en Berlín.