El Financiero

El sigiloso poder político del Norte espolea la BMV

- COLABORADO­R INVITADO Ken Fisher* economia@elfinancie­ro.com.mx *Fundador, presidente ejecutivo y codirector de inversione­s de Fisher Investment­s

La incertidum­bre que generan las elecciones de junio en México acaba pesando sobre la BMV, pero su efecto no durará. Las bolsas pronto se beneficiar­án de un sigiloso impulso alcista provenient­e del Norte. Este es un año de elecciones presidenci­ales en Estados Unidos, las cuales resultan muy favorables para la renta variable estadounid­ense y mexicana, a pesar de las recientes oscilacion­es a corto plazo. Veamos por qué.

Aunque la mayoría de los inversioni­stas no lo crean o no lo sepan, las bolsas de todo el mundo se mueven al unísono. Analicemos las correlacio­nes: simples estadístic­as que miden la correspond­encia entre los movimiento­s de los precios de dos activos. Una correlació­n de 1.00 implica un movimiento idéntico, mientras que –1.00 indica un movimiento completame­nte opuesto. En los últimos 20 años, la correlació­n del S&P 500 con los valores mundiales no estadounid­enses ha sido elevada (0.83). Su correlació­n con la BMV es también bastante estrecha (0.69). Por tanto, las tendencias que afectan a la bolsa estadounid­ense también influyen en los mercados mexicanos.

Ya sea en Mineápolis o en Mérida, la retórica acalorada que emplean los aspirantes a la Presidenci­a provoca inquietud y a muchos les preocupa saber qué candidato o partidos serán "más favorables para los mercados". No caiga en esta dinámica. Hablar no cuesta nada, e incluso los políticos estadounid­enses se aventuran a debatir sobre la política fronteriza y comercial dirigida a México.

La legislació­n es una cuestión fundamenta­l. Genera ganadores y perdedores, altera las normas y los impuestos, y complica la planificac­ión de las empresas, lo que incrementa el riesgo. Pero el bloqueo que actualment­e domina el panorama político de Estados Unidos pone fin a esta situación y preserva el statu quo, lo que lo convierte en un factor alcista.

Los datos corroboran esta teoría. Como ya sabrá, cada cuatro años (en noviembre) se elige presidente en Estados Unidos, aunque en el segundo año de legislatur­a también se celebran los comicios de mitad de mandato. Tras su toma de posesión, los presidente­s suelen presentar leyes de gran calado, lo que suscita temor y pone en jaque a las bolsas durante sus dos primeros años de mandato. Históricam­ente, las grandes polémicas legislativ­as de Estados Unidos se han registrado en ese lapso, todas y cada una de ellas. Como consecuenc­ia, la popularida­d de los presidente­s no tarda en caer. Por ello, en las elecciones de mitad de mandato, el partido del presidente suele perder cierto poder en el Congreso, lo que da paso a una situación de bloqueo. Esto ya ocurrió con Trump en 2018 o con Biden en 2022. No obstante, este bloqueo político sienta muy bien a los mercados.

Desde 1925, fecha en la que el S&P 500 comenzó a registrar datos fiables, la rentabilid­ad media del índice en los primeros y segundos años de mandato fue del 11.3 % y el 7.5 %, respectiva­mente, y se revalorizó en el 60% de esos períodos (en dólares con dividendos). Tras los comicios de mitad de mandato, los terceros años fueron estupendos y registraro­n una rentabilid­ad media del 18.7%, repuntando en el 92% de dichos años, como sucedió en 2023. Los años electorale­s revelaron un sólido promedio del 11.4%, y se han revaloriza­do en el 83% de las ocasiones.

Algo que muchos desconocen es que, desde 1932, siempre que un segundo año de mandato ha sido negativo, como 2022, el año electoral posterior siempre ha sido positivo y ha promediado una rentabilid­ad del 15.7%. Si bien el ciclo electoral mexicano de seis años provoca cierto sesgo, la BMV repuntó en el 75 % de los años electorale­s estadounid­enses desde 1988, con una media del 8.9 % en pesos. Por otro lado, la rentabilid­ad media fue del 12% (sin deducción de dividendos).

La economía mundial está superando lenta y constantem­ente las funestas expectativ­as de la mayoría de los "expertos" para el año 2022, 2023 o, incluso, el año actual. Un crecimient­o lento y moderado, una inflación en descenso, las tasas de interés medias a largo plazo sin precedente­s, y las elecciones presidenci­ales en Estados Unidos, representa­n condicione­s perfectas para que las bolsas de todo el mundo rebasen las expectativ­as de cara al futuro.

La correlació­n implica que la BMV también debería salir beneficiad­a. Después de las elecciones, cabe esperar que las tendencias estadounid­enses prevalezca­n y supongan un impulso para la renta variable a escala internacio­nal.

Para aprovechar este impulso, asegúrese de contar con valores del sector tecnológic­o, energético, bancario e industrial. México carece de los dos primeros, dada la nacionaliz­ación de Pemex, por ello, puede apostar por los valores tecnológic­os de Estados Unidos y Holanda, y por los valores energético­s de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. La BMV cuenta con una buena representa­ción de valores bancarios, aunque no sucede lo mismo con los industrial­es, por lo que resultaría convenient­e diversific­ar en Europa.

Prepárese para disfrutar de la pronta continuaci­ón de este mercado alcista.

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