Dice que no hay pandilocos
Gerardo Reyes, quien vive en esta calle desde hace 20 años, aseguró que no hay muchos problemas en vivir en esta parte de la ciudad; “el problema del pandillerismo era cuando recién llegamos, que eran los “Rieleros” (señala a las casas de un fraccionamiento nuevo) antes esas casas no existían y ahí se metían a drogarse, antes nadie podía pasar por aquí”, pero insistió en que eso es cosa del pasado.
“Estamos en alto, no llega hasta arriba el agua, no llegó con el “Gilberto” ni con este último huracán, el “Alex”, de hecho las casas están bien, pero vivimos aquí por humildad” afirmó Gerardo, acompañado por su hijo Omar, Oziel Reyes.
En total son 16 familias son las que habitan en este tramo del cauce del arroyo, y según los vecinos jamás se cayó una casa por causa del agua, según los mismos vecinos los inmigrantes no causan problemas a su paso por ese tramo, “se les da qué tomar o un taco para que sigan su camino, allá más adelante sí causan problemas pero en esta parte no” dijo otro vecino que no permitió foto ni quiso dar su nombre.
Por su parte, Gerardo Reyes aseguró que él nunca tuvo algún tipo de problema con los migrantes, “pues yo nunca he tenido conflictos con ellos, por el contrario, cuando pasan por aquí se les ha brindado agua, comida, lo que necesitan, porque en general así somos todos aquí” y agregó que en la época invernal es cuando más flujo de inmigrantes hay.
A diferencia de la calle Bordo del Ferrocarril, en este tramo no se dijo nada de problemáticas serias o de desatención de las autoridades, los vecinos hasta cierto punto son autosustentables y con los pocos servicios con los que cuentan les basta para subsistir, no piden nada ni se quejan por el contrario, aguantan estoicamente las inclemencias de vivir en esa parte y aún les queda ánimo y alimento para compartirlo con los ellos consideran, “ellos estás peor que nosotros, por eso dejaron su tierra”