SICARIOS MATAN A ALCALDE
»Lo asesinan a balazos mientras cenaba en una taquería
Guillermo Torres Rojas, presidente municipal de Churumuco, Michoacán, fue asesinado a tiros la noche del sábado en la ciudad de Morelia. Los informes refieren que el alcalde cenaba con su familia, en una taquería llamada ‘El Infierno’, ubicada sobre Avenida Madero Poniente, en la colonia Molino de Parras, cuando sujetos armados entraron al establecimiento y dispararon en su contra recibiendo ocho balazos en el tórax.
En el ataque, el hijo del presidente municipal, resultó lesionado en una mano.
Torres Rojas murió en un hospital privado de la capital michoacana, mientras recibía atención médica.
Hace apenas unos meses, toda la policía de Churumuco renunció por amenazas del crimen organizado.
Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador de Michoacán, envío sus condolencias a familia, amigos y comunidad, por el asesinato de Guillermo Torres Rojas.
“Con pesar recibimos la triste noticia del fallecimiento de Guillermo Torres Rojas, presidente municipal de Churumuco”, escribió en su cuenta de X, antes Twitter.
También aseguró que se buscará a los responsables del hecho.
¿QUIÉN ERA GUILLERMO TORRES?
Guillermo Torres, de 39 años de edad, ganó la elección pasada con la sigla del Partido Revolucionario Institucional
(PRI) y en el 2022, se retiró de ese partido político e hizo pública su simpatía por el partido Morena.
VIOLENCIA EN MICHOACÁN
Michoacán se ha posicionado como uno de los estados más desafiantes en términos de violencia en México. Esta región enfrenta una compleja situación de seguridad debido al enfrentamiento entre diversos grupos delictivos que disputan el control territorial para la realización de actividades ilícitas tales como el tráfico de drogas, secuestros, extorsiones, entre otros crímenes. Además,
la violencia ha impactado de manera significativa en la vida cotidiana de los habitantes, afectando sectores como la educación, la economía y la salud pública.
La presencia y actuar de las autoridades estatales y federales han sido clave para intentar restablecer el orden, a través de operativos y programas de seguridad. Pese a estos esfuerzos, la persistencia de la violencia y la evolución de las dinámicas delictivas han presentado desafíos constantes tanto para la seguridad pública como para la estabilidad social en la región.