¿Dónde se encontraba?
“Si hablamos de la talasocracia imperial (dominio político y económico basado en el dominio de los mares) de carácter intercontinental, que refiere Platón, su epicentro habría estado en las costas del Atlántico (suroeste de la península ibérica), extendiéndose por la cornisa atlántica de Europa y del norte de África, islas del Mediterráneo occidental y del Atlántico, e incluso por territorios del continente americano”, explica.
“Si nos referimos a Atlantis, la metrópoli principal y capital de la civilización atlante, de lo escrito por el filósofo en ‘Critias’, se deduce que, en caso de existir, habría estado ubicada en un estuario bañado por las aguas del Golfo de Cádiz, muy probablemente, en un lugar situado entre la localidad española de Sanlúcar de Barrameda y el río Guadiana”, según Orihuela.
Orihuela sostiene la denominada hipótesis Creto-Atlanto-Americana, según la cual “la talasocracia atlante se habría extendido por territorios del Nuevo Mundo. En el Viejo Mundo, por Europa hasta Italia; por el norte de África hasta Libia; y en el Mediterráneo hasta Creta.
“Y el epicentro de esa posible civilización atlante, Platón lo sitúa claramente en las costas que bañan las aguas del Golfo de Cádiz (suroeste de la península ibérica)”, según concluye Ricardo Segura.
¿SON UNA CIVILIZACIÓN PERDIDA?
“Más que perdida, deberíamos calificarla como una civilización olvidada, que tuvo su epicentro en el suroeste de la península ibérica y que, a lo largo del Holoceno, se extendió por las costas atlánticas europeas y norteafricanas y que, muy probablemente, a través de las islas del océano, alcanzó territorios del continente americano”, señala Orihuela.
“Cuando hablamos de la Atlántida sencillamente nos estamos refiriendo a una civilización que tuvo su epicentro y se desarrolló en las costas atlánticas”, recalca.