...Y EN ESTA ESQUINA
Ostentando el liderazgo en todas las encuestas desde hace meses y acompañada de una red de apoyo que seguramente se ha preparado con todo para controlar el post debate, la candidata oficial, Claudia Sheinbaum Pardo, enfrenta hoy el primer episodio de la batalla presidencial en el cual se le verá actuando sola. Si logra dejar la impresión, durante el debate de hoy, que tiene empaque de presidenta, será muy difícil seguir sosteniendo la idea de que este arroz aún no está cocido.
En la esquina opuesta, Xóchitl Gálvez llega al debate de esta noche necesitada de un knockout contundente o, al menos, de un victoria por decisión unánime de los jueces. Cualquier cosa distinta a eso sepultará por completo sus posibilidades en la carrera presidencial y no solo eso: podría poner en riesgo la posibilidad de que la oposición logre, por lo menos, arrebatarle a Morena la mayoría calificada en el Poder Legislativo. No es una exageración decir que la de hoy es una noche en que se juega todo.
Para Jorge Álvarez Máynez, para mayores señas candidato presidencial de Movimiento Ciudadano, el reto es figurar y volverse relevante en el debate. También puede, claro, arribar a las instalaciones del INE con sus palomitas y su refresco, resignado a pasar inadvertido durante el ejercicio, tal como le ocurrió hace dos semanas a su colega Salomón Chertorivski, durante el primer “debate chilango” en el cual sus rivales, Clara Brugada y Santiago Taboada, se quedaron con todos los reflectores.
Los otros protagonistas del debate de esta noche serán Denisse Maerker y Manuel López San Martín, quienes ayer dieron la nota al renunciar a los 150 mil pesos -para cada unoque el INE de Guadalupe Taddei tenía presupuestados como compensación a sus servicios. Interesante gesto el de los comunicadores, que les coloca por encima de muchos que en el pasado han cobrado cifras abultadas a los órganos electorales y realizado un trabajo que ha dejado mucho que desear.
El desorden detectado en las oficina del Registro Público Vehicular (Repuve) en Matamoros, Coahuila, fue de tal magnitud que los responsables del programa de regularización de autos “chocolate” decidieron cerrarla y regresar a su titular, Edgardo Ayup Guerrero, a su base en Torreón. Pero eso no significa cerrar el caso pues, según los enterados, la investigación de la Fiscalía General de Coahuila continúa y la lista de sospechosos a quienes podría fincárseles responsabilidad es aún larga.